miércoles, 3 de junio de 2015

LAS 10 MENTIRAS SOBRE EL PARTO

Existen muchos mitos, prejuicios e ideas preconcebidas sobre el parto que son falsas y que contribuyen a perpetuar el sistema obsoleto y dañino de atención al parto que existe en nuestro país, dificultando el que las mujeres podamos disfrutar del nacimiento de nuestros hijos.

Estas son las 10 MENTIRAS SOBRE EL PARTO que todo el mundo (no sólo las futuras madres) debería conocer:


“Me atenderán mejor en la privada que en la pública”. No es mejor ni más seguro siempre dar a luz en la Sanidad Privada antes que en la Seguridad Social. Las estadísticas muestras que la tasa de cesáreas es mayor en los centros privados sin que haya un motivo justificado para ello.

“El ginecólogo es quien atiende el parto”. La profesional cualificada para atender partos normales es la matrona. El ginecólogo sólo debe hacer acto de aparición si se presenta alguna complicación. No estamos más seguras en manos de un ginecólogo que en manos de una matrona. Los ginecólogos son más intervencionistas y dejar el parto normal innecesariamente en sus manos desde el principio puede alterarlo de manera indeseada.

“Ojalá pase una horita corta”. Un parto rápido no es sinónimo de parto seguro o sano. La calidad de la experiencia depende más de otros factores como pueden ser el trato respetuoso y la tranquilidad con que lo vivamos más que de su duración. De hecho intentar acortar por medios artificiales la duración del parto es lo que hace habitualmente que se complique y se vuelva más difícil y doloroso.

“He roto aguas: estoy de parto”. Romper aguas no es condición necesaria ni suficiente para estar de parto. Puede haberse roto la bolsa y no estar de parto y viceversa. No es obligatorio ni adecuado romperla por ningún motivo y si pretenden hacerlo han de contar previamente con tu permiso.

“El gotero es obligatorio”. La administración de oxitocina sintética no es siempre necesaria, conlleva peligro y tiene efectos secundarios indeseables en el desarrollo del parto. Tu cuerpo produce oxitocina natural siempre que estés a gusto y relajada. Puedes negarte a que te pongan oxitocina artificial así como a cualquier otro procedimiento con el que no estés de acuerdo. Es tu cuerpo, tu hijo y tu parto: tú decides.

“El parto es siempre doloroso”. El parto puede ser intenso y agotador pero sin embargo no resultar doloroso. Incluso puede llegar a ser placentero. El dolor puede evitarse o reducirse si evitamos los factores que lo provocan como la inmovilidad, la oxitocina artificial, el miedo, etc. Existen métodos paliativos alternativos a la epidural que son efectivos pero menos invasivos y sin riesgos.

“La episiotomía es necesaria y previene desgarros”. Los desgarros se producen por forzar el periné pujando cuando no se tienen ganas y en postura de litotomía (tumbada) y pueden ser peores si facilitamos la rotura con el corte de unas tijeras. Tu cuerpo está preparado para abrirse y permitir la salida del bebé. Actualmente se abusa del uso de esta técnica mutilando los genitales de muchas mujeres innecesariamente.

“El parto termina cuando sale el bebé”. Tras el expulsivo (salida del bebé) aún falta una fase más del parto: el alumbramiento o salida de la placenta. Este es un momento delicado que debe atenderse con sumo cuidado para evitar que la mujer sufra hemorragias abundantes que pongan en peligro su salud. Intimidad, un ambiente cálido y en penumbra y el contacto precoz e ininterrumpido con el recién nacido son cruciales para que la placenta salga sin dificultades.

“Después de una cesárea siempre viene otra cesárea”. Es posible parir vaginalmente tras haber tenido una o varias cesáreas previas. Existen infinidad de testimonios de mujeres al respecto. Tu hijo y tú tenéis derecho a intentar el parto vaginal. No lo des por perdido de antemano.

“Todo vale mientras el niño esté vivo al final”. Con este argumento la sociedad justifica y respalda la mala praxis médica en torno a la atención al parto y la violencia obstétrica que causa mucho daño físico y emocional a mujeres y niños. Todos queremos madres y bebés vivos pero también sanos y felices. Es posible lograrlo mejorando la atención que recibimos y para ello hay que exigirla y no conformarnos con una de peor calidad con la que podamos “salir del paso”. El parto puede ser una experiencia satisfactoria y es importante como la vivimos porque deja una huella profunda en nuestro ser. Infórmate y decide.

2 comentarios:

  1. En cuanto al ultimo argumento, el servicio público y privado somete a la mujer para ser intervenidas. Tengo malas experiancias en ambos recintos en el público estando con contracciones el ginecologo entro sin presentarse y me hicieron tacto el y sus 2 practicantes mas tarde volvieron nuevamente y le pedi que solo fuera el medico quien me hiciera tacto no me sentia bien con recibir a mas de una persona en mi estado... recibi desprecios por parte del personal, llegaban atenderme me ignoraban me sentia apenada. De mi segundo bebe no quise vivir la misma experiencia y me atendi en clinica en la cual no apoyaron mi parto normal sometiendome a inneCesaréa intervención seguido de esto no podiamos sacar fotos en el parto y mi pareja no vio mi hija nacer, lo llamaron cuando mi bebe estaba en la sala adjunta. Ahora que se esta luchando por respetar el parto único de cada mujer hay hospitales que lo estan impartiendo pero no son todos tambien es muy indispensable el personal que sea humano al trato para el momento mas hermoso y unico que nos da el tiempo para dar a luz ��

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    1. ¡Hola Francisca!Tienes razón en que se da mal trato y mala praxis en ambos lugares. Que nos atiendan como es debido depende más de la filosofía de trabajo del equipo médico que del hospital en sí. Yo me refería más bien a la idea de que por pagar un "extra" podemos creernos que vamos a obtener un trato mejor y muchas veces no es así, si no todo lo contrario. Siento que hayas pasado por esas malas experiencias. Un abrazo grande.

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