miércoles, 16 de marzo de 2016

¡GRACIAS PAPÁ!

Quizá os preguntaréis ¿y qué hay de “De Profesión Papi”? La verdad es que hablo muy poquito de él en el blog. Entono el “mea culpa”. El padre de las criaturas, como Teruel, también existe y es un padre genial. Quiero aprovechar la ocasión para felicitarle en su día, el día del Padre que se celebra dentro de poco y darle las gracias por como es y todo lo que hace y nos da.


Mi marido al igual que yo, desconocía por completo todo a cerca de la paternidad. Nos encontramos por el camino con sorpresas muy desagradables, como lo relacionado con la atención al parto, que nos provocó mucho daño y empañó nuestro estreno como padres. 

Yo intuía que cuidar a un bebé/niño iba a ser duro, él sin embargo nunca imaginó lo trabajoso que podía llegar a ser. A pesar de su ingenuidad de principiante superó el reto con creces.

Cuando leo por ahí que los “buenospadres” son sordos o se lo hacen, me siento muy afortunada de tener al marido que tengo. Él nunca se ha intentado escaquear del cuidado de los niños, nunca ha pensado ni actuado dando a entender que los niños eran más cosa mía que suya. 

A pesar de trabajar e ir a la oficina todos los días, se encargó del cuidado nocturno de nuestro primogénito, pues yo no estaba en condiciones de hacerlo. Cuando tuvimos al segundo y yo asumí las riendas de su crianza, él no se desentendió y siempre estaba a mi lado cuando le necesitaba. Cuando el pequeño se despertaba por la noche y le costaba volver a dormirse, mi marido me decía que le avisase para hacerme compañía y ver una peli juntos hasta que volviéramos a coger todos el sueño. Su mera presencia hacía esos ratos más llevaderos. A él no le suponían mucho esfuerzo, pues ya se había acostumbrado a dormir poco cuando tuvo que atender al mayor.

Mi marido me escuchó con infinita paciencia mientras le hablaba todo el rato de partos y me apoyó en mi decisión de dar a luz en casa en la segunda ocasión. Él fue mi doula, quien me cuidó antes, durante y después del mismo. Quien fregó el suelo de la habitación donde parí. También me apoyó cuando tuve problemas con la lactancia y quise abandonarla y cuando cambiando de opinión quise seguir con ella. 

Mi marido ha cambiado pañales, vestido, desvestido y bañado niños, preparado, dado y limpiado biberones, paseado con carrito, porteado, ha ido con al mayor a matronatación, lleva al pequeño a escalada, ve películas infantiles y dibujos con ellos, les lleva a la biblioteca a que cojan libros, les lee cuentos, les ha enseñado a montar en bici y les habla de muchos temas interesantes. 

Es un padre presente, que ha rechazado trabajos en los que podría ganar mucho más dinero pero que supondrían tener que viajar y estar menos tiempo con su familia. Es un padre preocupado por el bienestar de sus hijos en todos los sentidos, un padre cariñoso y divertido

Es sin duda, el padre que me hubiera gustado tener a mí y el mejor compañero que se pueda tener.

¡¡¡Te queremos mucho, papá!!!

2 comentarios:

  1. Un buena padre no es aquel que trae solo el dinero a casa y está un rato con los peques mientras la mami hace otras cosas, es aquel que se implica, nos apoya, está a nuestro lado y al lado de nuestros hijos. :)
    Saludos

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    1. El padre a la vieja usanza se extinguirá o al menos eso me gustaría a mi y en general a todos los niños. Besotes.

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