miércoles, 3 de diciembre de 2014

SOLOS EN EL PARQUE

Así estamos mi amiga Rocío y yo con sus hijas y mis hijos muchas veces por las tardes: solos en el parque. Llega el frío y los niños desaparecen de los parques, desaparecen de las calles. Pero el mal tiempo es una excusa relativa, pues existen otros miles de lugares en el mundo con peor climatología que mi ciudad.
Entonces me pregunto: ¿donde están los niños? La respuesta es fácil, siguen todavía en el cole, están en sus casas haciendo los deberes o en las actividades extra-escolares.

En nuestra casa el fin del verano y el comienzo del cole suponen un cambio drástico en nuestras rutinas, como supongo que ocurre en todos los hogares, pero es que nuestros horarios y costumbres durante el curso difieren de los de la generalidad de las familias. Mis niños salen a las dos del cole, comen conmigo en casa y a las cuatro ya estamos listos para salir a que nos dé el aire y aprovechar el rato que queda de luz solar. Sin embargo los niños que salen a las 5 o más tarde no tienen tiempo para jugar en la calle antes de que se oculte el sol. A parte del tema de los deberes – que da para otros muchos posts- sé que en casa, los niños de hoy, tienen a su disposición muchas opciones para distraerse y pasar el rato: tele, internet, videojuegos y multitud de juguetes, pero el contacto con la naturaleza, con otros niños y el espacio libre para correr y desfogarse me parece fundamental, por eso me deprime ver los parques vacíos.

Sería genial que las familias tuviéramos más facilidades para propiciar más ratos de esparcimiento a nuestros hijos, más tiempo libre gracias a unos horarios más razonables que les permitan jugar y disfrutar del mundo fuera de las paredes de las aulas y de sus casas.


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