martes, 25 de noviembre de 2014

LO QUE NOS ROBA LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA

La Violencia Obstétrica es un tipo de violencia de género que puede definirse como la apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por prestadores de salud, que se expresa en un trato jerárquico deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres.

De esta definición me quedo con la palabra “apropiación” o lo que es lo mismo “robo”. Esto es lo que sienten muchas mujeres tras dar a luz: “que les han robado su parto”, y con el parto nos roban otras muchas cosas:
  • Nos roban la libertad para poder decidir cuando deciden por nosotras y nos aplican procedimientos sin nuestro consentimiento.
  • Nos roban la dignidad cuando dejan nuestros genitales expuestos a la vista de cualquiera que pase por allí, cuando se ríen de nosotras o nos riñen o ridiculizan.
  • Nos roban la intimidad cuando nos vemos rodeadas de desconocidos que nos observan mientras que no permiten la entrada a nuestro acompañante con quien realmente si queremos compartir este momento.
  • Nos roban la experiencia en si al manipularnos y no dejar que el proceso siga su propio ritmo y a nuestro cuerpo actuar como sabe y puede hacerlo.
  • Nos roban la salud con protocolos que generan sufrimiento y que desembocan en intervenciones dolorosas y peligrosas.
  • Nos roban la confianza en el sistema sanitario, en los profesionales que en él trabajan, en nuestro cuerpo y en nosotras mismas en general.
  • Nos roban la energía para atender como es debido a nuestro recién nacido.
  • Nos roban el recuerdo del nacimiento de nuestro hijo, transformándolo en una pesadilla que preferimos olvidar.
  • Nos roban la lactancia cuando nos separan de nuestro bebé y no nos facilitan el establecimiento de la misma.
  • Nos roban la tranquilidad dejándonos con un sentimiento de frustración, tristeza y decepción que durará muchos meses o incluso años.
La Violencia Obstétrica es pues un robo institucionalizado, que estropea uno de los momentos más importantes de nuestras vidas y deja grandes secuelas en quienes la sufrimos, por eso luchamos para erradicarla, porque ninguna mujer debería ser maltratada en ninguna circunstancia, tampoco mientras da a luz.

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