lunes, 6 de abril de 2015

NIÑOS CON ALTAS CAPACIDADES

Mi hijo mayor ha sido evaluado y “diagnosticado” como un niño con Altas Capacidades, tiene un índice de Capacidad General de 155 y una gran creatividad. Siempre ha destacado por tener un vocabulario muy rico y una dicción perfecta. Con 5 años ya sabía leer perfectamente y devora libros con pasión y rapidez. Es muy curioso y tiene gran interés por muchas materias como por ejemplo las matemáticas y la astronomía. De pequeño era poco hábil físicamente, aunque ha mejorado mucho en cuanto al control de su cuerpo, su agilidad y reflejos. Siempre se ha caracterizado por ser muy precavido, ser muy “mal perdedor” y actualmente tiene una caligrafía nefasta que no hay manera de que mejore, todo ello típico en los superdotados. Es un niño responsable, tiene buen comportamiento y siempre ha sacado muy buenas notas. Fue su tutor quien nos dijo que sospechaba de sus altas capacidades y quien derivó el caso a la orientadora para su evaluación. Últimamente sale a veces enfadado de clase porque le mandan deberes para casa mientras que en clase el profesor repite lo mismo varias veces para que sus compañeros entiendan la lección, cuando en su caso él no necesita de esa reiteración.

No nos ha quedado más remedio a su padre y a mí que ponernos a investigar rápidamente sobre este tema para saber a qué atenernos. Además de la información que nos proporciona la orientadora a quien freímos a preguntas, hemos buceado por internet y hemos dado con un libro muy útil: “La maldición de la inteligencia” de Carmen Sanz Chacón.

El título no es demasiado halagüeño, pues muchas personas sufren por verse y ser vistos por los demás como bichos raros por su excesiva inteligencia. Queda clara la importancia de la detección temprana de estos casos y la adecuada atención a estas personas, pues no hacerlo puede suponer mucho sufrimiento a las familias como pone de manifiesto este caso que ha salido a la luz hace poco en los medios. Existe una iniciativa de la Unión Europea promovida por una fundación española que persigue precisamente esto. Los propios niños, sus familias y sus profesores deben conocer sus capacidades y actuar de acuerdo a ellas, proporcionándoles una educación que les permita desarrollar al máximo sus potencialidades. Tradicionalmente solo se ha prestado apoyo especial a los niños con dificultades en el aprendizaje, pero los niños con altas capacidades requieren también de un tratamiento adecuado a sus circunstancias.

El libro enumera una serie de características de los niños superdotados:

1. Aprenden muy rápidamente, por ejemplo a leer muy pronto.
2. Les gusta estar con niños mayores.
3. Tienen gran capacidad de abstracción.
4. Hipersensibilidad.
5. Piensan más rápido, obtiene conclusiones apenas sin pensar.
6. Lógica e intolerancia.
7. Muy exigentes con ellos mismos y los demás.
8. Poca resistencia a la frustración.
9. Hiperactivos mentales.
10. Problemas de estrés y enfermedades psicosomáticas.
11. Sentido del humor.
12. Creativos.
13. Tienden a cuestionar las normas y la autoridad.
14. Motivación solo para lo que les interesa.

El libro habla de los problemas a los que pueden enfrentarse en el colegio, fundamentalmente el aburrimiento que puede llevar al fracaso escolar y a problemas de comportamiento, o la falta de aceptación de sus compañeros que puede incluso derivar hacia el mobbing.

Es fundamental no sólo facilitar que los niños tengan a su disposición materiales y actividades que les estimulen y resulten interesantes si no sobre todo trabajar su inteligencia emocional para que aprendan a vivir y relacionarse con los demás, consigo mismos y su inteligencia de una manera satisfactoria. Por suerte, mi hijo tiene un gran concepto de sí mismo, es un niño alegre y feliz que tiene buena relación con sus compañeros. Su gran inteligencia no está suponiendo un obstáculo o dificultad para sus relaciones sociales así que en lo que tenemos que incidir es en el aspecto académico: en conseguir que siga disfrutando de ir al colegio como hasta ahora.

No existen colegios especiales para niños con altas capacidades, y aunque los hubiera no creo que quisiéramos llevarlo a uno de ellos. Su padre y yo creemos que es importante que se relacione con todo tipo de niños y a ser posible de su edad. Una opción que si existe es la aceleración o flexibilización: esto es, adelantar cursos. Esta opción tiene sus pros y sus contras, pues si bien el niño puede tener una inteligencia adecuada para cursar esos estudios superiores, su emocionalidad y experiencia vital seguirán siendo las de un niño más pequeño y tendrá que convivir con niños que le superan en estos ámbitos. Por último, y a lo que hemos optado nosotros de momento es por la adaptación curricular o enriquecimiento. La idea es que el niño sigue su curso normal pero le proporcionan materiales adicionales de su interés. No se trata de añadir más cantidad de lo mismo si no de sugerir otro tipo de actividades diferentes, más divertidas y en las que se deja espacio a la creatividad y la resolución imaginativa de problemas. Este método funciona en la medida en que los profesores se impliquen, pues está claro que supone un esfuerzo adicional para ellos.

En este sentido también hay unas clases especiales que tienen lugar las mañanas de sábados alternos, es lo que se llama PEAC Programa de Enriquecimiento Educativo para Alumnos con Altas Capacidades. Ángel ha querido apuntarse y mientras le apetezca y le guste le llevaremos. Ya os iré contando cómo se va desarrollando todo.

6 comentarios:

  1. Hola, soy Paloma Hornos, madre de 2 niños de altas capacidades y miembro de AESAC (Asoc. Esp. de Superdotacion y Altas Capacidades). Profesionalmente soy Terapeuta de gestion de las emociones (www.gestionemocional.com) , y uno de los proyectos en los que he colaborado con AESAC es en crear talleres y cursos para el desarrollo emocional de los niños con Altas Capacidades.
    Conozco este tema por ambas vertientes, como madre y como profesional, y he de destacar la NECESIDAD de que estos niños, como todos los niños, se desarrollen como personas, aprendan empatia, gestion de las emociones, jueguen, manejen su asertividad, y adquieran INTELIGENCIA EMOCIONAL.
    Como padres tendemos a estimular la Inteligencia Intelectual, es mas sencillo y es lo que le agrada a nuestro hijo; pero por su bien y por nuestra propia salud mental, estimulemos el juego en grupo, la interaccion con otros niños, la cooperacion, hablemosles de emociones mostrandoselas, mostremos nuestra vulnerabilidad para que aprendan que ser vulnerables es en si la mayor de nuestras fortalezas.
    A diferencia de lo que opina mi compañera Carmen Sanz Chacon, la inteligencia no es una maldicion, lo será si queda coja, si todos nuestros esfuerzos como padres y educadores los ponemos en su educacion intelectual, y no en su inteligencia emocional. Educacion no es solo saberse listas y manejar conceptos y tener conocimientos, educacion es preocuparse por el otro, mostrar sensibilidad, poner y respetar limites, mostrarse....
    Dejemos de centrarnos en la calidad y cualidad de su "Educacion", que por poseer altas capacidades le sera muy sencillo, y preocupemonos de su parte mas tierna, de que se sienta orgulloso de si mismo, de que se acepte y acepte al otro y sobre todo: que es fantastico sentir!!!!!
    No solo soy madre de 2 niños con Altas Capacidades, yo misma poseo ese Don (recordemos la belleza del Ingles, que se refiere a ellos como Gifted Children, que traducido significa "que tienen un DON).
    Gracias por leerme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Paloma!
      Estoy de acuerdo con todo lo que dices. Personalmente no sé si ando muy bien de Inteligencia Emocional como para servir de ejemplo a mi hijo, jeje, pero hago lo que puedo. Este mes es su cumpleaños y he sugerido a la familia que le regale el libro "Emocionario", dado que le gusta tanto leer pues no está de más que lea sobre las emociones. Yo le doy la tabarra siempre con que tiene que disfrutar del juego y no ser tan competitivo, que no gana nada pillándose los berrinches que se coge por perder. Ahora sé que es algo que va con su personalidad y lo veo de manera diferente. Trato también de que no se compare con los demás (sobre todo su hermano pequeño), que intente entender que todos somos distintos y tenemos gustos y ritmos diferentes, que no puede exigir a los demás que sepan lo mismo que él ni aprendan a su misma velocidad. Como digo en el post él está integrado y feliz así que de alguna manera ha desarrollado algo de esa inteligencia emocional de la que hablas. Aún así, intentaré estar al día de todo lo que salga en torno a este tema y pueda ayudarnos. Muchas gracias por tus sugerencias. Un beso.

      Eliminar
  2. Hola! Acabo de descubrirte y me encanta tu blog, tu forma de escribir ... Así que si me lo permites...me quedo por aquí...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Que bien! ¡Bienvenida! Aquí estaré. Espero que sigas disfrutando con los post y nos comuniquemos más veces. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Anda, qué curioso que la inteligencia pueda resultar complicada... yo no fui niña con altas capacidades pero sí precoz para algunas cosas, así que acabé yendo a un curso más alto. Sí que fue duro en momento decisivos: por ejemplo al entrar a la secundaria yo tenía 11 años y mis compañeras/os 13, y claro, yo era muy niña y me costó muchísimo adaptarme. La Universidad también (entré con 16 años) pero un poco menos. Pienso que fuera de esos momentos de los que hablo, no es tan terrible. Mis padres me ofrecieron (al entrar a la secundaria) quedarme en casa y hacer cursos de otras cosas (inglés, deportes, etc) pero finalmente yo escogí seguir adelante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anna Luna, puede que si que lo seas pero no hayas sido evaluada-diagnosticada. Si te subieron de curso sería porque si que tenías altas capacidades. No conozco de nada a la autora del libro, pero en su "defensa" puedo decir que el título es muy efectista. Ella es Psicóloga Clínica y por su trabajo sobre todo tiene contacto con personas con problemas que derivan de sus AC, o más bien de no haber sabido que las tenían y no haber encontrado una manera de socializar o haberse encontrado con mucho rechazo social por su manera de ser y actuar. Supongo que tiene que ver también con la suerte, el tipo de compañeros que te toquen y eso. Como dice Paloma la inteligencia es un Don, pero también hay que aprender a vivir con él. Me alegro de que en tu caso saliese todo bien. Un saludo.

      Eliminar