miércoles, 15 de abril de 2015

CADA HIJO ES DIFERENTE

Ángel jugando al ajedrez

¿Que es lo que hace a cada hijo diferente y distinto a sus hermanos? Si sus padres son los mismos y el ambiente también, deberían parecerse, pero no siempre es así. Las diferencias no son sólo físicas si no también y sobre todo de carácter y personalidad. Entonces: ¿Que nos hace ser como somos?

Ángel es grande y fuerte, tiene la piel muy suave y blanca, la cabeza redonda y el pelo pinchudo. Jesús es más delgado y fibroso, tiene la piel más oscura, el pelo más fino y suave y la cabeza más alargada.

Ángel es competitivo, tiene mal perder, mucha curiosidad por todo, es un ávido lector y un estudiante muy responsable. Jesús es más cooperativo, le encantan los animales y los bebés, no le gusta jugar a guerras y le aburre bastante leer.

Ángel es precavido y temeroso y no se le dan especialmente bien los deportes. Jesús por el contrario es muy ágil y aventurero, capaz de trepar al árbol más alto.

¿Estas diferencias a que se deben? Reflexionando he encontrado los siguientes factores determinantes:

Jesús con Poly comiéndose un helado.
Su orden de aparición en la familia: no es lo mismo ser el mayor que el pequeño o el mediano. Hay estudios que ahondan en este asunto y que dicen por ejemplo que los mayores son más competitivos y los pequeños más dados a trabajar en temas artísticos o relacionados con la solidaridad social. Influye en esto la experiencia o falta de ella de los padres al enfrentarnos con la paternidad. Con el primer hijo somos unos y con el segundo hijo somos otros diferentes, hemos aprendido y nuestras prioridades han cambiado, no damos importancia a las mismas cosas y eso sin duda influye en la manera de criar/educar a nuestros hijos.

La forma de crianza: fundamentalmente si es una crianza con apego o por el contrario trata de poner distancia física y emocional con el bebé. La forma en que tratamos a nuestros hijos determina en buena parte el concepto que tienen de si mismos y su manera de relacionarse con el mundo. Los niños reproducen los comportamientos que ven. Si estamos presentes y somos empáticos y cariñosos con nuestros hijos, ellos lo serán con los demás.

Las influencias externas: me refiero a de adultos diferentes de los padres, bien sean otros familiares, cuidadores o educadores. Los contactos que tengan los niños durante los primeros años de vida inciden en su manera de ser y sus valores, por eso es importante saber como son y como piensan las personas a las que confiamos el cuidado de nuestros hijos, pues influirán tanto positiva como negativamente en ellos.

¿Se os ocurren otros motivos que expliquen las diferentes maneras de ser de vuestros hijos?

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