El sábado estuve en el primer Foro de experiencias y vivencias de lactancia materna, organizado por la asociación Besos y Brazos. Me apunté para conocer de primera mano a Carmela Kika Baeza, Jose María Paricio Talayero y Adolfo
Gómez Papí, excelentes profesionales y mejores personas, aunque al final
terminé también como ponente. Mis historias de lactancia son difíciles de
contar, por largas y complicadas, pero también por la parte emocional que
llevan consigo. Me cuesta resumir, pero el tiempo apremia, por lo que siempre
salgo de estos trances con la sensación de no haber contado todo lo que quería,
como quería hacerlo.
Este tipo
de eventos siempre son muy interesantes, entretenidos, educativos, y sobre todo
emotivos. Quienes participan, se muestran tal como son, se sinceran y comparten
su historia con los demás, hablando siempre desde el corazón, y eso se agradece
enormemente. Además, esta vez el aliciente era que los principales ponentes, no
acudían en calidad de profesionales, para hablar de aspectos técnicos o
científicos de la lactancia, si no que, como cualquiera de las demás que
estábamos allí, venían a hablar de su
experiencia personal con la lactancia. Escuchar todas las historias fue algo
muy bonito y enriquecedor. Este foro me ha removido y me está haciendo
reflexionar sobre muchas cosas.
Cuando
este tipo de encuentros acaba, siempre me voy con la sensación de ser una gran
afortunada, por haber conocido a estas personas tan valiosas y de las que tanto
se puede aprender en tan poco tiempo. Son espacios de confianza e intimidad,
donde se tratan temas de los que nadie habla y que por desgracia, no a muchos
interesan. Por eso también me apena, ver que, la asistencia, aún siendo buena,
desde mi punto de vista, es siempre insuficiente. Un padre preguntó que porque
no se había grabado el encuentro, pues debería poder verlo todo el mundo. Yo
opino lo mismo, pues en tan solo una mañana, y en un ambiente informal, se
habló de muchas cosas importantes, que todos los futuros padres deberían
escuchar alguna vez, quieran o no en un principio, optar por la lactancia
materna para sus bebés, consigan o no, dar el pecho finalmente a sus hijos. La lactancia
materna era el tema del que era objeto la jornada, pero fundamentalmente se
hablo de algo más grande: el amor.
La otra
gran palabra que resume esta jornada, y que me venía continuamente a la cabeza,
al escuchar hablar a los profesionales de la salud que allí participaron, era humildad. Admitían con total
naturalidad, que no siempre habían sabido de lactancia como sabían ahora, que
ellos también habían cometido errores, influidos por el desconocimiento general
de la sociedad y el ámbito sanitario sobre este tema, los mitos, y malas
recomendaciones y la falta de apoyo de su entorno. Pero lo que más les honra,
es que siguen pensando que no lo saben todo, y quieren seguir aprendiendo para
poder ayudar a las mamás. Constatar que existen profesionales de esta índole,
me da esperanzas para creer que todo no está perdido, y que aunque sea muy
lentamente, el sistema cambiará, y en un futuro las madres y sus bebés, serán
atendidos siempre como es debido. Humildad debería ser la principal asignatura
obligatoria en la facultad de medicina, para poder formar buenos profesionales
que proporcionen una atención de calidad.
Fue un
placer participar en el foro. No me perderé el siguiente. Gracias a Alba
y Ernesto por su iniciativa y empuje, pues hacen falta muchos más encuentros
como este.
Hola Candy, te he otorgado una insignia para tu blog. http://cantandoamama.com/otra-insignia-para-cantando-a-mama/ Un abrazo fuerte!!
ResponderEliminar