En Ciencias Sociales de 3º de Primaria se da Geografía. Así que ahí está mi hijo pequeño, que por ser de diciembre aún no ha cumplido siquiera los 8 años, estudiándose los países de Europa y sus capitales. Ya se sabe acerca de 19, no sé hasta cuantas tendrán que saberse. En confianza os digo, que yo hay muchas que no me sé y tengo 40 años…
A mí esto me parece una burrada. No recuerdo exactamente cuando tuve que estudiar yo esto, pero no me suena que fuera con 8 años sino mucho más tarde. Por supuesto, este despropósito se traslada a casa por las tardes. No es suficiente el tiempo que le dedican en clase, por lo que muchos días trae como tarea estudiar geografía.
Se está esforzando mucho, todos en casa nos estamos esforzando mucho. No solo le preguntamos “la lección” si no que hemos buscado otros recursos para ayudarle, en lo que a mí me parece una ardua tarea memorística.
- Hemos buscado, localizado y utilizado páginas con mapas interactivos.
- Hemos construido un Memory artesanal con cartulina para aprovechar las ventajas del juego y la memoria visual como herramientas de aprendizaje.
- Hemos comprado un Puzzle para reforzar el conocimiento a través de la manipulación.
Todo esto nos ha supuesto para la familia mucho gasto en energía, tiempo e incluso dinero. Todo para ayudar al niño a aprender algo que quizá podría aprender con menos esfuerzo por si solo dentro de un par de años.
Quizá os preguntaréis si después de todo esto el niño se ha aprendido efectivamente las capitales. Pues ayer ha tenido un examen (¡sí! ¡Tiene exámenes en 3º de primaria!...) y dice que ha dejado algunas en blanco…
Todo esto hace que me plantee varias cuestiones. Aunque las notas no tengan importancia ni objetiva (para su expediente en primaria) ni subjetivamente (para nuestra familia en particular) ¿reflejarán realmente el esfuerzo realizado por el chaval para adquirir esos conocimientos? ¿Cómo puede valorar la maestra ese esfuerzo si gran parte de él, lo ha realizado en casa sin estar ella presente?
Creí oportuno comentarle a la profesora a la salida del colegio, que el niño estaba trabajando mucho en casa y me contestó: “¡Como todos!”. Yo me quedé cortada sin saber que contestar porque no me esperaba esa respuesta. Pero después me indigné. No, como todos, no. Ni ella ni yo sabemos exactamente qué pasa en las casas de todos sus alumnos ,y dudo que todos los padres puedan prestar tanta atención a los estudios de sus hijos, como yo lo estoy haciendo con los de los míos (por falta de tiempo, recursos, cultura, etc.).
Al final, que el niño se sepa las capitales al dedillo no es lo importante, ya se las aprenderá, o no… Tampoco lo es la nota que saque al final en este tema. Lo importante es que el tinglado educativo está muy mal organizado y es muy injusto.
- Muchos niños no tendrán las oportunidades que tiene el mío en su casa para reforzar los conocimientos.
- El esfuerzo que se hace en las casas es invisible a no ser que se traduzca en una buena nota.
- Las buenas notas pueden obtenerse a costa de dedicar todas las tardes a machacarse intentando aprenderse cosas absurdas o inapropiadas, dejando al lado el juego, otros intereses o incluso el descanso.
Luego hay quién dice que quienes abogamos por eliminar los deberes, somos unos padres irresponsables y vagos que no queremos hacer caso a los niños por la tarde, que hay cosas más importantes dentro del sistema educativo de las que quejarse, etc. Señoras y señores, los deberes son la guinda del pastel, una parte más de un engranaje perverso. Defendiendo la perpetuación de los deberes, se contribuye a sostener el sistema educativo actual.
Desde luego este sistema educativo no tiene ni pies ni cabeza. Tengo hijos en 2º de primaria y ya había oído que en 3º tocaba el mapa de Europa. Tengo otra hija en 2º de la ESO y está estudiando el mapa de Europa (sin capitales, solo localizar países). Entonces ¿qué sentido tiene adelantar esos conocimientos en niños de 8 años para continuar haciendo lo mismo con 13?.
ResponderEliminarLo que pasa con todo esto es que los niños se frustran por no conseguir algunos objetivos cuando aún no están preparados, después les hacen repetir tanto durante tantos años que al final odian estudiar.
Totalmente de acuerdo contigo en que los deberes son injusto.
Un abrazo.
Voy a publicar como anónimo porque no me deja identificarme (no sé por qué) Soy Mayte de Un girasol florece.
Muchas gracias por tu comentario Mayte. Es tal lo cuentas. Corren mucho para luego estancarse. Lo de la geografía es demencial. Luego 4º es coser y cantar en comparación.
EliminarUn besote.
Muy clarito y muy bien explicado!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Victoria! Para nosotras es evidente. Ojalá todo el mundo abriera los ojos a esta realidad.
EliminarUn besote.
¿Y lo bien que está aprendiendo tu hijo a tener "hábitos de trabajo en casa"? Aunque todo lo demás sea un despropósito.
ResponderEliminar¿Qué padre o madre no sacrificaría cualquier cosa, hasta el bienestar de suu propio hijo, por un bien superior?
Tranquila que esto va a ser una ganancia para toda la vida.
Lo dice todo el mundo. Y eso es garantía suficiente.
Hola Pilar! Creo que el problema está en quién define y qué se define por un "bien superior". A ese respecto hay muchas opiniones diferentes. Esta mañana le he preguntado a mi hijo si le preocupaba no hacer los deberes del fin de semana. Se lo ha pensado y me ha contestado: "yo prefiero que mis nietos no tengan que hacer deberes". Para mi esa es una lección más importante que aprender: tener conciencia social y actuar en consecuencia.
EliminarUn saludo.
Lo habitos para los monjes, trabajar esta prohibido por ley con menos de 16 años .
ResponderEliminarSi todo lo demás es un despropósito tendremos que solucionarlo , yo jamás sacrificaría el bienestar de mis hijos ellos son lo importante no una nota muchas veces injusta y lo que diga el resto del mundo a mi me trae sin cuidado! Tengo una hija estudiando tercero saca buenas notas y se me cae el corazón a trozos cuando me dice que no puede que es mucho!! Señores 50 países con sus capitales para un niño de 8-10 años es un ABUSO .
Hola Luis! No creo que lleguen a ver los 50 países, pero vamos, 20 ya me parecen un montón y encima para que dentro de tres días se les olviden... En fin. La cosa es que no escuchan a los niños, no saben como se sienten y si llegan a saberlo les da igual. Con decir que es lo que manda el programa se lavan las manos. Pues si el programa es excesivo, que lo digan a inspección o a quién sea y se nieguen a seguirlo. Eso sería hacer un buen trabajo, no resignarse y tragar sin más.
EliminarUn saludo.
Yo recuerdo estudiar los países en 6° o 7°y desde luego que se lo tengan que estudiar en 3°no tiene ni pies ni cabeza. Así conseguimos estupendos miniopositores estupendísimos, que haya una tasa de fracaso escolar altísima, abandono de estudios, pérdida de la curiosidad natural y odio al aprendizaje, a los profesores y a las instituciones correspondientes.
ResponderEliminarExáctamente Lydia! Hay que hacer malabarismos y hablar mucho con los niños para intentar lograr que esto no les afecte negativamente en su desarrollo. Tienen que ser responsables si, pero siempre dentro de un orden razonable según su edad. Al que ha decidido poner Geografía en 3º no sé que se le pasaba por la cabeza, la verdad.
EliminarUn saludo.
Muchas veces le echamos la culpa a los maestros sin saber muy bien qué hay detrás. Detrás hay una ley, que sí o sí se debe cumplir. La ley es la que dice que en tercero deben aprenderse las capitales de 30 países, a mi modo de ver una barbaridad.
ResponderEliminarCaso aparte es la respuesta de la maestra, ahí no me voy a meter.
Ya va siendo hora de que en España se haga una ley de educación realista, hecha por educadores, maestros, profesores y pedagogos, y no por políticos.
Hola! No sabía que eran 30 exáctamente. Ya nos quedan pocos entonces, buff... Creo que cada ley que hacen es peor que la anterior, y están cada vez más alejadas de la realidad. Si, está claro, que los que las diseñan no tienen ni idea ni de educación ni de niños.
EliminarUn saludo.