Si le hacemos esa pregunta a cualquier padre, la probabilidad de que responda que mal es bastante alta. Opinamos que nuestros hijos no duermen bien porque no duermen como nosotros: mucho y del tirón, o no duermen cuando nosotros queremos que duerman y por tanto no nos dejan descansar.
Bibliografía y opiniones al respecto del sueño infantil hay muchas y en ocasiones enfrentadas. No es mi intención exponer aquí y ahora ni las teorías existentes ni lo que pienso de ellas, quien quiera puede encontrarlas fácilmente buceando en internet. Lo que está claro es que los niños no duermen como los adultos y esto genera tensiones. Hay dos maneras de actuar: o bien aceptando lo que hay y tratando de vivir con ello, o intentando modificar la conducta natural del bebé para que no nos moleste.
Lo habitual es que con el paso del tiempo los bebés regulen sus ciclos, duerman cada vez más seguido sin tantos despertares y que consigan dormirse solos de una forma relativamente fácil. Siempre habrá casos de niños que sean más difíciles de gestionar, que necesiten menos horas de sueño, que tengan los horarios cambiados o que sufran de sueño ligero o pesadillas, pero esto también le ocurre a muchos adultos pues cada persona es un mundo.
Hasta que la situación se estabiliza, pasarán muchos meses e incluso años, durante los cuales el niño irá pasando por distintas fases y con ellas los padres tenemos que buscarnos las artimañas para facilitarles la transición al mundo de los sueños. Los trucos y maniobras que funcionan hoy pueden dejar de hacerlo mañana, la evolución en el desarrollo del niño nos obliga a agudizar nuestro ingenio constantemente.
Estas son algunas de las maneras que conozco que sirven para ayudar a los niños a dormirse:
- Mecerlo: en brazos, porteándolo, moviendo el carrito, etc. El movimiento siempre les adormece. En casos extremos se puede recurrir a dar un paseo en coche.
- El método ompa lompa: es una variación del anterior.
- Bailando: la música amansa a las fieras y si encima la combinas con movimientos rítmicos no hay bebé que se resista. También puede valer cantarle nanas o cualquier otra cosa. En el caso de mi hijo mayor la mezcla: coche + Elvis Presley era mano de santo.
- Acariciarle: sobre todo la carita con la mano o con algo suave como un pañuelo o una sábana. Es lo que yo llamo el método hipnotizador de gallinas.
- Que te toquen ellos a ti: conozco quien tiene la manía de dar la mano a su madre hasta que se duerme, o quien tocaba la oreja a su padre para lo mismo.
- La succión: del chupete, de una tetina, de su propio dedo, o el método estrella: la TETA! Como decía Carlos González la teta es el somnífero más potente que hay.
- El momento inoportuno: lo mejor para que un niño se duerma es que por lo que sea no te venga bien que lo haga y si le dices que no lo haga caerá rendido ipso facto, no falla!
Resumiendo: movimiento, presencia y contacto.
¿Conoces algún otro truco infalible para dormir a los niños?
¿Cómo duermen los tuyos?
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