lunes, 18 de octubre de 2010

MAMIS MAMíFERAS (réplica al artículo de "El Mundo")

El magazine de “El Mundo” publica en su portada la foto adjunta y el titular “Madre o Vaca”.
He de confesar que no he leído el artículo entero. Creo que no merece la pena que pierda mi tiempo en hacerlo, pues tanto la imagen como las palabras que la ilustran lo dicen todo. Luego por Internet me entero de quienes firman el artículo en cuestión y de algunas perlas que suscriben y esto no hace más que confirmar mis sospechas: se trata de un artículo tendencioso en contra de la lactancia materna.

Mienten diciendo que no esta probado que la lactancia materna tenga beneficios para la salud de los niños y ponen de ejemplo que, en EE.UU. los niños están más sanos, y que son más altos que los de otros lugares… Precisamente Estados Unidos que tiene unos porcentajes alarmantes de niños obesos y con diabetes. Obvian los estudios de la Organización Mundial de la Salud, de la Asociación Española de Pediatría, etc. que aseguran que la leche materna es lo mejor como mínimo hasta los dos años de edad.Y que los problemas de salud en el Tercer Mundo, tienen más que ver con la falta de condiciones de higiene, la falta de asistencia médica, las condiciones ambientales extremas o incluso precisamente la introducción de la leche de fórmula que les priva a los bebés de unas buenas defensas.

Desvarían diciendo que “la moda de la teta” se trata de una estratagema machista para alejar a las mujeres del mercado laboral en tiempos de crisis. Lo machista es ridiculizar a las madres que amamantan comparándolas con vacas (que digo yo que podrían haberlo hecho con los delfines, las elefantas, las gatas,… todas ellas lo hacen. Pero no, había que utilizar el recurso fácil para crear polémica). Lo machista es desprestigiar una actividad puramente femenina, pues que yo sepa solo las hembras podemos desempeñar esta función.

Por otra parte no es verdad que amamantar sea incompatible con trabajar, puede hacerse, y de hecho muchas madres lo hacen.

El machismo, que se pone de manifiesto en salarios inferiores para las mujeres con respecto a los de los hombres para un mismo puesto, porcentajes ridículos de mujeres en los puestos directivos, cuando curiosamente el éxito escolar es mucho mayor en las chicas que en los chicos, despidos improcedentes a embarazadas, etc. no son culpa de la maternidad y sus circunstancias, si no de la falta de respeto a las necesidades no solo de las mujeres, si no especialmente de los niños.

El feminismo antiguo y radical debería hacer examen de conciencia, pues se dedica a atacar a otras mujeres (¿no se supone que su objetivo es defender a la mujer…?),que simplemente hacen algo propio de la mujer (que no obligatorio, por supuesto) y en el camino le dan alas a las justificaciones de los poderosos (la mayoría hombres),para seguir explotando, maltratando y discriminando a las mujeres, sólo por el simple hecho de haber nacido hembras.

El artículo demuestra su total ignorancia diciendo que la teta excluye a los padres, y no permite que estos se involucren en la crianza, cuando precisamente son estos tipos de padres los que más se esfuerzan por estar presentes en otro tipo de actividades como el baño, el paseo, los cambios de pañal,… que son igualmente necesarias y que pueden desempeñar para conseguir colaborar y sentirse útiles sin tener que sustituir el pezón por una tetina.

Normalmente todas las madres queremos lo mejor para nuestros hijos.
Nos sentimos responsables de su salud y su bienestar.
Creo que lo que diferencia esta generación de madres de las anteriores, son dos cosas:

1.- Estamos más formadas. La generalización de la educación obligatoria y el acceso de la mujer a la universidad, entre otras cosas, hace que intuyamos que pueden existir otras opciones distintas a las que en un principio se nos plantean como normales o buenas (el biberón).

2.- La existencia de Internet como fuente de información y método para la creación de redes y vínculos sociales. Cuando el Pediatra des-actualizado ante cualquier problema, nos recomienda abandonar la lactancia, nosotras buscamos otras soluciones alternativas y encontramos en la red a mujeres que nos apoyan con su experiencia y cariño y nos ayudan a continuar con la lactancia a pesar de la presión que tenemos en contra.

Y aquí entran las asesoras de lactancia, objetivo también de las iras de las firmantes del artículo de marras. Definen a la asociación “La Liga de La Leche” como una secta.Yo personalmente llevo casi dos años acudiendo a reuniones mensuales de dicha asociación y puedo decir:

1.- Que me ha servido de mucho poder contar con sus monitoras, que me han prestado una ayuda totalmente desinteresada, pues en ningún momento he tenido que pagarles nada por su tiempo, su cariño o sus consejos. Así como tampoco persiguen a nadie para que se asocie o colabore en su asociación.

2.- Que NUNCA JAMÁS, han proferido ningún tipo de insulto o hecho un menosprecio a las mujeres que optan por el biberón.

3.- Que te asesoran igualmente si tu deseo es dejar de dar el pecho y no sabes como destetar. Su motivación es ayudar, respetando la decisión de la madre. No se presiona a nadie para empezar o continuar la lactancia.

Por esto, tildar de secta a estas mujeres me parece no solo ofensivo, si no sobre todo injusto, porque es absolutamente falso.

Deberíamos avergonzarnos como sociedad de que las mujeres con problemas con la lactancia no encontremos ayuda en los circuitos oficiales de la sanidad: ginecólogos, pediatras, etc. Y nos veamos obligadas a buscar en otros ámbitos las soluciones que el sistema sanitario debería brindarnos al igual que ocurre con cualquier otra enfermedad.

El artículo en definitiva se limita a atacar una opción y a quienes hemos decidido seguirla, a través de la mentira, el insulto y el menosprecio. Creo que es patente su falta de rigurosidad, la estupidez de sus argumentos y la enorme dosis de prejuicios y falta de respeto de la que hace gala.

Existen distintas ideologías políticas, sistemas económicos, escalas de valores, criterios educativos,… pero hay algo que es incuestionable y es que “el ser humano es un animal mamífero”. Yo soy mamífera, mis hijos son mamíferos, tú eres mamífero. A muchos de nuestra generación (treintañeros o más) no nos dieron teta, pero no por eso dejamos de ser mamíferos. Muchas mujeres actualmente deciden no dar el pecho, pero no por eso dejan de ser mamíferas, ni dan a luz a niños “no mamíferos”.

Podemos intentar ignorar o incluso aborrecer nuestra condición mamífera, pero eso no hará que dejemos de serlo. La ventaja o el inconveniente de nuestra especie es que al ser “racionales” podemos decidir actuar en contra de nuestra naturaleza y no dar el pecho.

Yo creo que lo que escuece es que ahora precisamente las mujeres decidimos libremente amamantar y encima disfrutamos haciéndolo, lo que resulta realmente escandaloso para algunos. Pero yo no me siento especialmente radical por haber tomado esta opción.
Soy mamífera y por tanto doy de mamar. Para mí es lo más lógico del mundo.
Nunca será mejor para un animal tomar la leche de otra especie antes que la de la suya.
Además me parece estúpido pagar en la farmacia por algo que sale gratis de mi pecho.

La pena es que mujeres jóvenes e inexpertas que aún no son madres se tomen al pie de la letra todas las estupideces que ha publicado un periódico de renombre como es “El Mundo” y dejen de disfrutar de una experiencia tan maravillosa como es la lactancia.
Ojalá no sean muchas.

1 comentario:

  1. Como mujer, madre y trabajadora. Me gusta como lo explicas, gracias. Comparto del todo tu opinión. Espero que no te importe que lo cuelgue en mi perfil de facebook.

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