lunes, 3 de septiembre de 2018

LECTURAS DE VERANO


Hace más o menos un año de la última entrada. Muchas cosas han pasado este año: enfermedades, pérdidas y nuevas incorporaciones a la familia, que han hecho que dejase de lado el blog para centrarme en otros asuntos. 
Lo retomo ahora despacito y con calma, compartiendo con vosotros las lecturas de las que ha disfrutado este verano de mi hijo mayor gracias a
Penguin Random House Grupo Editorial
Escogí 5 títulos de temáticas diversas en función de sus gustos e intereses y puedo decir que acerté en gran medida con mis elecciones:

Los mayores villanos (Destripando la historia 1)


Este es el mejor de todos los libros que hemos recibido este verano por muchos motivos: es original, fácil de leer, tiene unas ilustraciones muy divertidas y el contenido es muy entretenido. Se lo han leído mis dos hijos (12 y 9 años). Algunos de los villanos no los conocían como a Amelia Dyer y ambos coinciden en que el peor de todos o al menos el villano más divertido es el Brócoli. Que aparezca Donald Trump es todo un puntazo, más teniendo en cuenta que en algún momento parece que ha estado propuesto para recibir el Premio Nobel de la Paz (o al menos eso me pareció entender hace algún tiempo). Yo por mi parte voto al Lunes como peor villano de todos. Seguro que muchos pensáis como yo, ¿verdad?


La guía no oficial de Fornite Battle Royale. Jason R. Rich




Aquí patiné bastante porque aunque el libro está bien, no le aporta nada nuevo a mi hijo, que lleva ya muchos meses jugando a este juego y se sabe todas las estrategias, tips, y trucos para ganar en Fortnite. De manera que si tu hijo todavía no ha empezado a jugar, esta puede ser una herramienta interesante para ayudarle a conocer el juego, pero si ya es un experto, este libro no es para él.




Dame Reggaetón Platón. Una historia de la filosofía en 15 lecciones.


El título, súper atractivo, es todo un acierto, y el contenido muy interesante. Su autor Josep Soler consigue explicar a lo largo de 15 capítulos las más importantes teorías filosóficas. Y lo hace de una manera clara y cercana, yendo de lo concreto a lo general, poniendo ejemplos reales y cotidianos del contenido de cada escuela de pensamiento. Se centra primero en las ideas para al final hablarnos de los filósofos en particular, lo que dijeron, porque y la importancia que tuvieron sus palabras.

A mi hijo le ha gustado mucho. Algunas cosas ya las conocía por las largas conversaciones que mantiene con su padre a cerca de miles de cosas. 
Le ha servido para descubrir otras y por ejemplo hacerse “fan” de los Sofistas, para los cuales la verdad no existía y proponían usar la razón y la retórica para convencer a los demás y conseguir lo que uno desease.

Me hubiese encantado tener al autor de este libro de profesor de filosofía en mi época. Sin duda hubiese disfrutado y aprendido más de esa asignatura y de la vida en general si me la hubiesen explicado como él lo hace en el libro.


Kiti Pasa. Hamza



Este es un libro escrito por Hamza Zaidi un instagramer con más de dos millones y medio de seguidores, que ha recurrido a la fórmula del “escoge tu propia aventura” para narrar una historia en la que él mismo es el protagonista convertido en un héroe moderno con capa incluida. Se trata de un libro ameno escrito con un estilo juvenil, en el que se aviso, se cuelan de vez en cuando algunos tacos o expresiones malsonantes. Es ficción y a mi hijo le ha entretenido bastante que es de lo que se trataba, un libro divertido con el que amenizar algunos ratos perdidos del largo verano.



Esto no es un cuaderno de vacaciones: Y es cien veces mejor que tu móvil


Termino por un libro que no es para leer si no para “trabajar” y divertirse, un cuaderno de vacaciones muy original ideado por Cristian Martin. Su título es su mejor carta de presentación, porque no es el típico cuaderno de vacaciones, si no que está diseñado para tocar muchos palos: matemáticas, lengua, historia, ciencias, etc. de una manera distinta y más amena, con sudokus, tests, laberintos, búsquedas de diferencias, etc. Está dirigido a un público adolescente, plagado de términos que ellos conocen muy bien, lo que hace que enseguida los chicos se sientan identificados con el lenguaje e irresistiblemente atraídos por sus innumerables referencias actuales al mundo de la música, las series o las redes sociales.

He de reconocer que nos ha dado perecita en un principio empezar a rellenarlo, porque aunque es muy entretenido y divertido, seguía siendo un “cuaderno” y estas vacaciones me propuse no “obligarles” a hacer ninguna tarea relacionada con el cole, salvo animarles a leer un rato de vez en cuando. Pero en cuanto se sentó y se puso a ello se mostró muy interesado por las actividades y le costaba abandonarlo para hacer otras cosas, por lo que os lo recomiendo, para el verano que viene o si os dais prisa a lo mejor conseguís acabarlo antes de que comience de nuevo el cole.


lunes, 7 de agosto de 2017

VIAJAR A DINAMARCA CON NIÑOS (IV)

Termino esta serie de post sobre nuestro viaje a Dinamarca con algunos datos útiles de interés.


PRECIOS ENTRADAS 


Resumen de los gastos del viaje:



En total las visitas nos han costado alrededor de 500 euros. (tipo de cambio 1 euro = 7,5 DKK). Creo que el gasto ha merecido la pena tanto por la cantidad como la calidad de los sitios que hemos visitado. Volvería a todos ellos sin dudarlo.



Al Tívoli entramos para verlo más que para montar a las cosas, pues íbamos a ir días después a Legoland. Por eso compramos la entrada de paseo, en lugar de la pulsera que da acceso a todas las atracciones, porque además entramos tarde y pensamos que no íbamos a poder amortizarla. Pero luego dentro cogimos tickets para montarnos en un par de cosas. Cada ticket costaba 24 DKK y como mínimo las atracciones costaban dos tickets. Al final comprobamos que con montar en cinco cosas cada uno, merecía la pena comprar la pulsera que costaba 230 DKK.


También nos queda la espinita de no haber comprado online las entradas de Legoland, ya que nos abríamos ahorrado 300 dkk.



ALOJAMIENTO


Hemos estado en tres hoteles: 

Del primero puedo decir que está muy bien situado, cerca de la estación Central, del Tívoli y de la Plaza del Ayuntamiento.

El segundo fue sin duda el mejor de los tres. Era el que tenía la habitación más grande y el único que incluía el desayuno, que era estupendo.

El último era el de más batalla. Localizado muy cerca del parque de Legoland y enfrente del aeropuerto de Billund., estaba muy bien insonorizado hasta que abrías las ventanas. Lo peor no era oír despegar y aterrizar los aviones, si no el olor del queroseno. A parte, la habitación era minúscula (por no tener, no tenía ni armario donde guardar la ropa o las maletas) y el baño era típico danés, sin plato de ducha ni bañera, con lo que el suelo se encharcaba cuando nos duchábamos, ¡un verdadero engorro!




En las tres ciudades había aeropuerto, pero nosotros llegamos y partimos del de la capital. El de Billund está genial para hacer viajes relámpago de fin de semana al parque temático, aunque pagas la comodidad con el aumento del precio del pasaje.


El viaje ha sido estupendo y nos ha dejado un montón de imágenes para el recuerdo. Creo que ha resultado tan buena experiencia, porque hemos conseguido realizar un recorrido lleno de paradas pensadas para el disfrute tanto de los niños como de los mayores. No sé si volveremos alguna vez allí, pero lo que está claro es que Dinamarca ha dejado el listón muy alto, difícil de superar por otros lugares. Os animo a todos a conocerla.




Para conocer el resto del viaje:




sábado, 5 de agosto de 2017

VIAJAR A DINAMARCA CON NIÑOS (III)

Continuamos nuestro periplo por Dinamarca...


DÍA 3 – ODENSE



CASTILLO DE EGESKOV



Este es uno de los lugares que más me han gustado. Da para estar el día entero pues hay actividades de todo tipo, todas interesantes y divertidas. El complejo turístico incluye el propio Castillo de Egeskov, los jardines y los museos: de coches antiguos, bicicletas, motos, trajes, etc. Hay también una tienda antigua de ultramarinos súper curiosa.

El castillo es precioso, está rodeado de agua y las vistas son impresionantes. Los jardines en sí mismos son increíbles pero es que además están plagados de columpios para los niños. 

Cuenta además con un laberinto, se puede caminar entre los árboles a través de unos puentes y también practicar juegos antiguos como andar con zancos. Los chicos se lo pasaron genial. Es muy recomendable.























DÍA 4 – AARHUS


DEN GAMLE BY


Ya en Jutlandia fuímos a Den Gamle By (la ciudad vieja), que se encuentra a las afueras de Aarhus. Es un museo abierto organizado como un pueblo antiguo formado por edificios históricos de Dinamarca (traídos de ciudades y pueblos de toda Dinamarca). La mayor parte de la ciudad está dedicada al período que va desde 1700 hasta 1860. Luego hay una parte con edificios de comienzos del siglo XX (1930) y otro bloque de los años 70 (1974).

Muchos de los edificios están abiertos al público. Algunos con la decoración y mobiliario típico de su época, y otros contienen exposiciones de diferentes tipos, normalmente relacionadas con esa época. Para darle más realismo a la ambientación, los trabajadores van vestidos con la ropa característica de esos momentos. 


Fue genial, cuando al entrar en una casa, tras preguntar mi hijo si hay vivía alguien, nos encontramos de repente a una anciana ataviada con ropajes del siglo XVIII o cuando en la parte de atrás saló una gallina del cobertizo o cuando vimos como una madre enseñaba a su hija a hilar en una rueca.

Todos pudimos jugar a juegos antiguos como los bolos de madera o a tirar latas a pelotazos. También pasamos el río en barca y los chicos alucinaron con los teléfonos antiguos de los años 70. 




































DÍA 5 – BILLUND

LEGOLAND


¿Qué decir de Legoland? Pues que es chulísimo y que está hecho todo con piezas de lego, ¡hasta los gorriones que se apoyan en las farolas! Hay construcciones que representan lugares y monumentos de todo el mundo, incluido por supuesto Dinamarca. Nos hizo mucha ilusión reconocer una heladería de Nyhavn donde nos habíamos tomado un helado. Todo está cuidado al detalle allí: el aparcamiento está señalizado con figuras de Lego, dejan entrar a los perros y les ponen cuencos con agua cerca de los baños para que beban y se refresquen, y dejan piezas de Lego duplo al alcance de los peques para hacerles más entretenida la espera en las colas. 



Nos montamos en casi todo -si mides más de 130 cm puedes montar en todas las atracciones-, comimos patatas fritas cortadas como piezas de Lego y yo hice miles de fotografías. La única pega es que no nos enteramos de que la oferta familiar solo se podía comprar por internet, así que pagamos más de lo que teníamos previsto por la entrada. Si vais, no os olvidéis comprar las entradas con antelación a través de la web. También me arrepiento de no haberme hecho una foto con Batman. Le vimos nada más entrar y luego no volvimos a verlo en todo el día. 
































DÍA 6 – RIBE


CENTRO VIKINGO


Ribe es el pueblo más antiguo de Dinamarca, Durante la era vikinga, Ribe fue un centro de intercambio comercial importante. Sus pequeñas casas de colores con balcones llenos de flores son preciosas. Es un lugar muy bonito y tranquilo para pasear. 



A unos pocos kilómetros del centro de Ribe se encuentra el Ribe Viking Center, una aldea vikinga reconstruida a tamaño real, poblada por vikingos con los que se puede trabajar y hablar. Pasear por allí pudiendo entrar en cada cabaña y comprobar cómo vivían los vikingos, te traslada a otra época. Yo que veo la serie Vikings os puedo decir que sentí como si estuviera en Kattegat con Ragnag y los demás. Pero lo mejor como siempre fue la parte interactiva. Pagamos un ticket aparte para que los niños pudieran hacer 3 actividades: tiro al arco, acuñar moneda y tallar madera. Además como en otros sitios encontramos a lo largo del camino varios juegos típicos vikingos por lo que aburrirse no era una opción. Nos encantó disfrazarnos y practicar la lucha con cascos, escudos y espadas.



DÍA 7 – ROSKILDE


MUSEO DE BARCOS VIKINGOS



De camino al aeropuerto paramos en Roskilde. Ese fue el único día gris y lluvioso de todo nuestro viaje. Entramos en el Museo de Barcos Vikingos, donde se encuentran los restos de 5 barcos vikingos que han sido reconstruidos. Aunque lo que más nos gustó fue la parte exterior y las actividades que se organizaban. Algunas tenían sobrecoste pero otras como construir tu propio barco eran gratis, así que allí estuvimos un largo rato con la madera, la sierra y los clavos diseñando nuestra propia embarcación. ¡Nuestros barquitos navegaban! Pero tuvimos que dejarlos allí porque no podíamos facturarlos en el avión. ¡Una pena! También pudimos subirnos a una reproducción que había en el exterior. Comimos en la cafetería del museo y tomamos dos sándwiches, uno de pescado y otro de carne de cerdo mechada que estaban buenísimos.






















Si queréis conocer curiosidades, recomendaciones, precios de las entradas y más, no os perdáis el siguiente y último post sobre nuestro viaje a Dinamarca.


Si te has perdido los anteriores, puedes encontrarlos aquí:



jueves, 3 de agosto de 2017

VIAJAR A DINAMARCA CON NIÑOS (II)

Nosotros pasamos tres noches en Copenhague, dos en Aarhus (la segunda ciudad más grande de Dinamarca) y otras dos en Billund donde se encuentra el parque de Legoland.



Paso a relatar los lugares que visitamos cada uno de los días:



DÍA 1 - COPENHAGUE


PARQUE DE DYREHAVEN


Se encuentra al norte de la ciudad, en la Estación Klanpenborg, zona 5, a tan solo 15 minutos del centro. Se trata de un parque de alrededor de once kilómetros cuadrados en el que podemos ver grandes árboles, robles antiguos y más de dos mil ciervos y gamos. En la entrada se ofrecen paseos en coches de caballos para recorrerlo. Nosotros no lo cogimos y creo que fue un error, porque andamos un montón y nos cansamos mucho. El principal atractivo del parque es ver a los ciervos pastando libres a tu lado, y en su búsqueda llegamos hasta al palacete de Eremitagen. Cuando ya habíamos perdido la esperanza de ver nada, ahí estaban. La caminata había merecido la pena. Pero os recomiendo montar en las calesas para ahorrar energías, que se necesitan para seguir haciendo turismo.

Dentro del parque natural se encuentra el Bakken, el parque de atracciones más antiguo del mundo. Es una mezcla entre feria y parque como los que salen en los dibujos de Scooby Doo. Sus orígenes se sitúan hacia 1583, año en que se descubrieron en su actual ubicación unos manantiales de agua con supuestas propiedades curativas. Hasta allí empezó a acercarse mucha gente en peregrinaje y eso hizo que la zona se llenara de vendedores ambulantes y toda suerte de artistas. Abren de 12 a 12 en verano y la entrada es gratuita, pudiendo comprarse una pulsera para montar en todas las atracciones o tickets sueltos. Como no podía ser de otra manera la mascota del parque es un ciervo.

RUNDETARN 


Ya de vuelta al centro, visitamos La Torre Redonda, que es el observatorio más antiguo de Europa, construido en 1642, y que destaca por tener una escalerilla en espiral (sin escalones) que le otorga una gran originalidad y que nos conduce a una altitud de 35 metros, desde donde se obtienen unas magníficas vistas de la ciudad. Dicen que en la sala de la biblioteca, Hans Christian Andersen solía escribir sus cuentos de hadas.



MUSEO DE CUENTOS DE HADAS
DE HANS CHRISTIAN ANDERSEN


Se encuentra enfrente de la plaza del Ayuntamiento. Se trata de un museo interactivo que hace un recorrido por la vida y obra de Andersen, recreando con figuras animadas al autor y a algunos de sus cuentos más conocidos como “La Cerillera” o “El traje nuevo del Emperador”. La pega es que la información estaba en varios idiomas pero no en castellano, por lo que dependíamos de que mi señor esposo nos tradujera todo y se hizo algo pesado.

De aquí parte Stroget, la calle peatonal comercial más larga de Europa, donde se puede encontrar todo tipo de lugares para tomar algo y tiendas, incluida la tienda de Lego.



El edificio del Ayuntamiento es muy bonito y justo detrás nos encontramos con otra de las entradas al Tívoli, la que tiene enfrente una estatua de Andersen que hace las delicias de los turistas japoneses cámara en ristre, como puede observarse en la foto.




TÍVOLÍ


El Tívoli es la principal atracción turística de Copenhague. Recomendaban verlo por la noche, porque está muy bonito iluminado y para hacerlo tuvimos que esperar hasta las 9:30 que era cuando empezaba a anochecer. En verdad, el parque es precioso y está muy bien cuidado. Como llegamos tarde no tuvimos que esperar muchas colas, aunque nos montamos en pocas cosas porque cerraban a las 11:00. La pega es que en éste a diferencia del de Bakken, sí que cobran por entrar a verlo.









DÍA 2 - COPENHAGUE


CASTILLO DE ROSENBORG


No entramos dentro del Castillo, pero solo pasear por los jardines ya merece la pena. Además los chicos estuvieron recargando pilas jugando en un parque muy chulo que había allí de temática de Dragones.


LA SIRENITA


Esta es otra parada obligatoria. La Sirenita es el símbolo de Copenhague y la estatua danesa más fotografiada. Está hecha de bronce y se encuentra en Langelinie. Nosotros ya íbamos concienciados de que era pequeñita, por lo que no nos decepcionó. 

Por el camino a Nyhavn, nos encontramos la Iglesia de San Albano y la fuente de Neptuno que nos pareció preciosa. Vimos también a lo lejos la llamada Catedral de Mármol.


NYHAVN


Nyhavn, con su canal y sus casas y edificios de colores, es una de las vistas de postal más típicas de Copenhague. Allí Hans Christian Andersen pasó la mayor parte de su vida, (18 años) escribiendo sus cuentos en tres de las casas que se asoman al canal. El día de su aniversario, el 2 de abril, se puede ver a un hombre disfrazado de este autor paseando por la calle. 

Se trata de un paseo marítimo, canal y zona de ocio que data del siglo XVII, que era notorio por la cerveza, los marineros y la prostitución. Actualmente está plagado de bares, cafeterías y restaurantes. Sirve como un "puerto patrimonial", y tiene muchos barcos históricos de madera. En la tienda de lego y en Legoland pueden verse reproducciones de este canal con todos sus detalles. 

Para conocer Copenhague es imprescindible realizar un paseo en barco de los que parten de Nyhavn. Aunque ninguno de los tours se realiza en castellano, compensa hacer el recorrido. El nuestro duró una hora y mi hijo pequeño se lo perdió íntegramente porque estaba tan cansado que se durmió nada más subir al barco. El mayor sin embargo disfrutó de lo lindo del paseo. A mí me llamaron mucho la atención los barcos-casa, cuyo interior podíamos ver a través de las ventanas al pasar.











CHRISTIANIA


Es la "Ciudad Libre de Copenhague", un experimento de estilos de vida alternativos y comunales. Christiania no pertenece a Dinamarca, sus habitantes no pagan impuestos y tienen sus propias leyes. Originariamente ocupada en 1970, en la actualidad alberga a unas 1.000 personas y varios centenares de perros. Nosotros no la vimos en profundidad porque estábamos cansados y además empezó a llover. Nos quedamos en la zona más turística de los puestos de droga, ropa y cafeterías ecológicas. Se supone que más cerca del canal hay una zona rural con pintorescas granjas y cabañas de madera. Mis hijos alucinaban al ver a la gente vendiendo y fumando marihuana. Lo malo es que no permiten hacer fotos. ¡Tendríais que haber visto sus caritas de susto! Aunque en la foto los veáis mimetizados con el entorno, en realidad estaban deseando salir por patas de allí.





























Al día siguiente abandonamos Copenhague para ir hacia la peninsula de Jutlandia pero haciendo una parada para pasar el día en la isla de Fionia.

En el próximo post: Castillo de Egeskov, Legoland, Centro Vikingo de Ribe y más...

martes, 1 de agosto de 2017

VIAJAR A DINAMARCA CON NIÑOS (I)

Este año hemos realizado nuestro primer viaje turístico en familia. Era un momento que nos daba miedo, porque pensábamos que este tipo de viajes no era muy adecuado para nuestros hijos, que suelen cansarse y aburrirse con facilidad si les sacas del parque o la piscina. Sin embargo, la experiencia ha resultado todo un éxito, tanto por las características del destino, como por la actitud de los chicos, que se han portado divinamente, soportando por ejemplo largas caminatas sin apenas protestar. Con 11 y 8 años respectivamente, creo que ya están preparados para este tipo de vacaciones, en las que hemos conocido otro país, su cultura, costumbres y tradiciones.

Todos hemos disfrutado mucho durante estos días en el país de la bicicleta y los vikingos. Es un lugar muy recomendable para visitar en familia porque los daneses tienen muy en cuenta las necesidades de los más pequeños a la hora de diseñar los espacios públicos. Vayas donde vayas siempre hay algo especialmente dirigido para ellos: zonas de juego en los jardines de los palacios, actividades en los museos, etc... y parques, muchos parques. Basta decir que hemos estado en tres parques de atracciones diferentes durante nuestra estancia de apenas 8 días.


10 CURIOSIDADES SOBRE DINAMARCA


Antes de empezar el relato de nuestro viaje, voy a dar unas pinceladas para retratar Dinamarca en términos generales. Esto es lo que vais a encontraros, si decidís viajar a tierras danesas.


1. Dinamarca se encuentra al norte de Europa, su capital Copenhague está a casi 2.500 km de distancia de Madrid. Se tarda unas 3 horas en llegar en avión y el aeropuerto está a tan solo tres paradas de tren de la Estación Central. Enfrente de esta nos encontramos con una de las numerosas entradas al parque de atracciones Tívoli, una de las paradas obligatorias en nuestro viaje. Dinamarca consta de una península llamada Jutlandia y dos islas principales: Fionia y Sealandia, donde se encuentra Copenhague. 



2. Es un país muy llano en el que no hay una cuesta. Además los centros de interés turístico de Copenhague, la capital, están relativamente muy cerca unos de otros, por lo que no os costará mucho visitarlos andando y así os evitáis el transporte público que es carillo. Si tenéis pensado moveros en tren o autobús, considerad adquirir una CityPass.

3. Es el país de la bicicleta. Nada más llegar, nos encontramos un aparcamiento de bicicletas en la estación central, con cientos y cientos de ellas. La capital tiene carril bici en todas sus calles y encuentras bicis aparcadas en cualquier esquina, muchas sin ningún tipo de candado, protección o vigilancia. 


4. Su moneda es la corona danesa DKK y a día de hoy el cambio es de 1 euro = 7,5 DKK. Es un país carísimo. Nosotros lo sufrimos especialmente con la comida. Para que os hagáis una idea, una pinta de cerveza podía costar 9 euros y los menús de los restaurantes de comida rápida costaban alrededor de 2 euros más que en España y además llevaban menos cosas. Por eso, si vais ajustados de presupuesto, os recomiendo tirar de bocatas lo máximo posible. Los ingredientes los podéis comprar en supermercados Netto o Aldi, que tienen un horario bastante amplio, desde las 08:00 a.m. hasta las 22:00 p.m. Para emergencias, podéis ir a un Seven Eleven, los hay por todos lados. No hay problemas para encontrar fruta.

5. La comida más típica, los Smorrebrod, consiste en una rebanada de pan negro, generalmente de centeno, con mantequilla y diversos ingredientes fríos como pescado, queso en rebanadas, salchichas, carne o huevos (cocido o frito) y salsas de diferentes especies. A mi particularmente no me gustó nada de nada. Fuera de eso, el resto de la comida es de bastante calidad y muy bien presentada.

Nosotros nos enamoramos de unos gofres recubiertos de chocolate y virutas que iban pinchados en un palito. Estaban buenísimos y no nos duraron ni un asalto. También descubrimos el Cocio, una especie de Cacaolat que se toma bien frío y está delicioso. En cuanto al servicio, los camareros son amables y todos hablan inglés, aunque son bastante lentos. 

6. Los daneses tienen muy en cuenta a las familias y sus circunstancias. En algunos sitios los niños entran gratis y no prohíben la entrada de comida de fuera, sino que por el contrario, ponen a nuestra disposición merenderos, tanto al aire libre como cubiertos. Además, curiosamente el precio de la comida dentro de los lugares que visitamos no es más cara que fuera, por lo que si lo preferís podéis tomaros algo dentro en un puesto de perritos y así no vais cargando siempre con el picnic durante todas las visitas.

7. Tampoco faltan los baños públicos. Estemos donde estemos siempre habrá un “Toliletter” a mano a poca distancia, lo que es de agradecer.


8. Encontraréis alusiones a Hans Christian Andersen - escritor y poeta danés, famoso por sus cuentos para niños, entre ellos El patito feo, La sirenita y La reina de las nieves - y los Vikingos por doquier. Hay estatuas, museos y castillos repartidos por toda la geografía danesa. Os recomiendo visitar el Centro Vikingo de Ribe, una reconstrucción de una aldea vikinga. Por el contrario, La Casa de los Cuentos de Hadas de Andersen en Copenhague resultó un poco fiasco, fundamentalmente porque no contaba con información en castellano y nosotros no andamos muy allá con el inglés. En general, no esperéis encontrar mapas ni guías en nuestro idioma en ningún sitio.


9. Copenhague es la cuna del Tiger, una de mis tiendas favoritas. No podéis volver sin entrar en la tienda de tres plantas que hay en Stroget, la calle peatonal con tiendas más larga de Europa y traeros una caja de típicas galletas de mantequilla danesas. En la misma calle encontraréis una tienda Lego, donde podéis diseñar vuestros propios personajes juntando las piezas que más os gusten.

10. En cuanto al tiempo hemos tenido mucha suerte porque nos ha hecho muy bueno. Apenas ha llovido y la temperatura ha sido agradable. Recomiendan que vayas con muchas capas para ir modulando el vestuario según las circunstancias. Eso sí, si vais en invierno, preparaos para pasar mucho frío.

Nosotros pasamos tres noches en Copenhague, dos en Aarhus (la segunda ciudad más grande de Dinamarca) y otras dos en Billund, donde se encuentra el parque de Legoland.

Este es el primero de una serie de 4 post sobre nuestro viaje. Esos 8 días han dado mucho de si y tengo muchas cosas que contaros. Lugares, precios, recomendaciones y demás,  todo ello salpicado con las imágenes de una experiencia inolvidable para nuestra familia.

Si quieres conocer al detalle nuestro periplo por tierras danesas no te pierdas el próximo post…

domingo, 14 de mayo de 2017

HAZ TU PROPIA VARITA DE STAR BUTTERFLY

La serie de dibujos animados de Disney “Star contra las fuerzas del mal” es lo que más se lleva ahora en mi casa. 



Se trata de una comedia de aventuras cuya protagonista es una princesa adolescente mágica amante de la diversión, Star Butterfly, que - después de algunos altercados con monstruos en su hogar, el reino de Mewni - es enviada por sus padres a vivir a la Tierra. Star termina viviendo en la casa de los Señores Díaz y trabando amistad con su hijo Marco, con el que va a la escuela secundaria y vive muchas aventuras. Star tiene un estilo muy personal y trae consigo una varita mágica que todavía no sabe usar muy bien y que es ansiada por villanos de otras dimensiones que luchan contra ella para robársela. 

A mí, personalmente, de la serie (a parte de su estética, la fisionomía de sus personajes y colorido) me gusta el hecho de que la protagonista sea una chica, una heroína con poderes, pero sobre todo, con una personalidad muy alegre y divertida. Marco es su contrapunto, un chico responsable y cabal, que se ve inmediata e irresistiblemente atraído por el emocionante mundo de fantasía de su nueva amiga.

La principal seña de identidad de Star es su varita mágica. Fue a Ángel al que se le ocurrió la idea de crear su propia varita de Star. Existen varias varitas diferentes. Él eligió la segunda varita de Star y el resultado nos gustó tanto, que Jesús también quiso una y en su caso hicimos la varita original.

Estos son los MATERIALES que hemos usado:
  1. Una bola de porexpán.
  2. Palillos de madera de los de usar en las barbacoas.
  3. Cinta americana.
  4. Goma eva de varios colores.
  5. Rotuladores (dos tonos azul).
  6. Cuchillo o cúter para cortar la bola.
  7. Kilotones de pegamento de silicona.
  8. Unas gomas elásticas.
  9. Pintura acrílica de color rosa/violeta y pincel.

INSTRUCCIONES DE DISEÑO

1er paso.- Preparar la bola. Hay que cortar la parte frontal, hacerle unos cortes en los lados para incrustar las alas y pintarlo del color de la varita (a nosotros no nos ha quedado un color demasiado fidedigno, la verdad). Dejar secando.

2º paso.- Preparar el mango. Coger un puñado de palitos y amarrarlos con cinta adhesiva, dejando al descubierto la parte pinchuda. Luego se corta goma eva del tamaño del área del mango y se unta de pegamento y se envuelve con ella. Para que aguante, se debe sujetar con un par de gomas hasta que el pegamento se seca y ya no se separa. Hemos usado dos tipos de palitos, los más cortos para la primera varita y los más largos para la segunda.


3er paso.- Ir haciendo los apliques (mariposa y corazón), las alas y el frontal de la varita. El frontal de la varita lleva de base un círculo de goma eva y luego encima lo que toque según la varita en cuestión que sea. Nosotros lo hemos dibujado todo a mano y hemos tenido problemillas técnicos para hacer la estrella, pero nos hemos resistido a buscar una figura ya hecha en internet. Este es el resultado de nuestros desvelos.



4º paso.- Pinchar el mango en la bola. Para ello es conveniente hacer primero algunas incisiones con un cuchillo o cúter para favoreces la penetración de las puntas. Luego ir empujando poco a poco con cuidado hasta haber metido unos 3 cm dentro.

5º paso.- Pegar cada cosa en su sitio y voilà.

Espero os sirva nuestra experiencia de inspiración y os decidáis a construir vuestras propias varitas. ¡Seguro que os quedan tan chulas como las nuestras! Mis chicos están encantados con ellas.


domingo, 30 de abril de 2017

MI PRIMER LAROUSSE DEL ARTE

Mi Primer Larousse del Arte hace un recorrido por toda la historia del arte de la humanidad de una manera amena y muy llamativa. Su índice consta de 157 capítulos a doble página, que recorren lo más destacado del arte desde el arte antiguo hasta el contemporáneo y lo hace con unos textos sencillos que resumen lo más importante de cada época, estilo y artistas y unas ilustraciones que los recrean de forma fidedigna a la par que divertida.

Cada época se identifica con un color y cada capítulo con un símbolo. Por ejemplo el Arte Antiguo es verde y la Prehistoria se representa con un animal de pintura rupestre. De esta manera, es fácil para el lector ubicarse en el tiempo y vincular cada elemento artístico con su época. 


Dedica capítulos específicos a grandes artistas como a Miguel Ángel, El Greco o Van Gogh y a algunas obras maestras como La Capilla Sixtina. Es por tanto un compendio bastante completo de la historia del arte adaptado al nivel de comprensión de niños en torno a los 11 o 12 años.




A parte cuenta con un capítulo en el que describe las principales Galerías y Museos del mundo, como El Prado en Madrid, el Louvre en París o el MoMa en Nueva York y un Glosario de palabras difíciles que es importante conocer para entender los textos. Añade además curiosidades que hacen más amena la lectura despertando la curiosidad y el afán de conocimiento del lector.

Este libro es parte de una colección de Larousse que cuenta con otros volúmenes sobre animales, ciencias o inglés que tienen también muy buena pinta. La colección está hecha en tapa dura resistente. Es el típico libro que está hecho para durar y que embellece nuestras bibliotecas con su cuidado diseño.

De nuevo hemos acertado con este libro de consulta que nos ha proporcionado Boolino. Mi hijo ha disfrutado mucho leyéndolo y ha aprendido también un montón. Él que es una esponja y tiene una gran memoria, seguro que ha aumentado enormemente sus conocimientos artísticos gracias a esta lectura.