miércoles, 16 de septiembre de 2015

GENEROSIDAD PATERNA

Esta claro que la generosidad no es una virtud exclusivamente de quienes tenemos hijos. Cualquiera puede ser generoso con otras personas de muchas maneras pero no es menos cierto que a los padres se nos presentan a lo largo del día infinidad de ocasiones para poner en práctica la generosidad. Hacemos pequeños “sacrificios” por nuestros vástagos con mucha asiduidad, a veces sin ser conscientes de ello no damos importancia a esos pequeños gestos. Estos son los ejemplos de generosidad materna que yo misma he puesto en práctica en más de una ocasión:

Generosidad con la comida: las madres no sólo ponemos la mejor comida a nuestros hijos, aquella que mejor pinta tiene, si no que nos quedamos sin comer dándoles la nuestra si los niños quieren repetir y nos hemos quedado cortos con las raciones. En no pocas ocasiones ves como algo que te has preparado para ti termina en el estómago de tus hijos cuando lo ven y se encaprichan de ello. Renuncias en su favor al último trozo de pizza que tanto te apetecía o te ves directamente comiéndote los bordes a falta de otra cosa mejor. La ingesta de sobras es un deporte en el que los padres somos campeones.

Generosidad en el tiempo de ocio: no todos, pero muchos padres vemos como nuestro tiempo de ocio se convierte en el tiempo de ocio de los niños, lo usamos con ellos, para ellos y en actividades que a ellos les gustan. En la tele solo se ven dibus, al cine sólo se va a ver películas de idém, y pasamos tardes interminables en el parque sólo para que ellos puedan correr al aire libre y jugar con sus amigos mientras nosotros comemos pipas y echamos culo en un banco. Con niños no se puede disponer libre ni alegremente del tiempo pues hay alguien al que tenemos que cuidar y al que hay que tener en cuenta a la hora de hacer planes.

Generosidad en las compras: ¿quién no ha ido de compras y ha vuelto sin nada para uno mismo pero cargado con cosas para sus hijos? Cuando se tiene hijos es inevitable pasarse por la sección infantil y mirar en las ofertas si hay algo de la talla de nuestros peques que puedan necesitar o les pueda gustar. Al final el presupuesto se nos va en ellos y nosotros seguimos estirando las prendas de hace tres o cuatro temporadas.

Pero el acto generoso por excelencia para mí y el que ha inspirado este post es: ¡ESPERAR COLAS POR ELLOS PARA QUE SUBAN A ATRACCIONES! ¿A alguien se le ocurre mayor acto de generosidad? Pensé en ello mientras guardaba una cola inmensa en una atracción de una feria. Quienes no tienen hijos no pasan por este suplicio. ¿Esperar de pié, aburrido, un tiempo eterno bajo un calor asfixiante para que otra persona acceda a la atracción y se divierta en tu lugar? Si le preguntamos a cualquiera por la calle que le parece el plan probablemente contestará que va a ser que no. Pues eso y otras muchas cosas hacemos los padres a diario por nuestros hijos.

¿Alguien pone en duda la generosidad de los padres?
¿Se te ocurre algún otro ejemplo de generosidad paterna?

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