El porcentaje de
consecuciones ha sido bastante alto. Aunque más que
cuantitativamente lo que me llama la atención es que hemos logrado
deseos que eran bastante ambiciosos y valiosos cualitativamente,
desde nuestro punto de vista, claro. Por poner algún ejemplo, mi
marido pidió que el Atleti ganara la liga y así lo hizo. Mi
madre pidió que mi hermana “le diera una nieta” y ya tenemos a
Lucía, la miembro más nueva y pequeña de la familia. Jesús
por su parte pidió un gatito. En esos momentos acoger un animal en
casa sonaba bastante improbable y sin embargo aquí está Poly
entre nosotros desde hace mas de dos meses.
Yo guardé los papeles y
volver a verlos ahora y comprobar lo que ha ocurrido durante el año
es muy chulo. Este año lo hemos vuelto a hacer. Creo que se va a
convertir en una tradición en mi casa.
¿SE CUMPLIRÁN ESTE
AÑO NUESTROS DESEOS?
No hay comentarios:
Publicar un comentario