domingo, 30 de noviembre de 2014

ADOPCIÓN DE UN ANIMAL: UNA MATERNIDAD DIFERENTE

He encontrado muchas similitudes entre la maternidad y la adopción de una mascota. Vaya por delante que tengo muy claro que son cosas distintas y en mi opinión no intercambiables. No empatizo con quienes deciden no tener hijos pero en cambio tienen mascotas a las que tratan como tales. Mi poca experiencia con animales es suficiente para poder entender que se puede coger mucho cariño a tu mascota, pero creo que la experiencia de ser madre/padre no es comparable con ninguna otra, aunque tener un animal implique también asumir una responsabilidad y pueda establecerse un vínculo emocional con esa criatura.

Para empezar diré que al ser primeriza en estos lares he sentido a veces angustia e inseguridad. Tuvimos problemillas para que Poly identificase la caja de arena como el lugar adecuado para “hacer sus cositas”. Hubo de un par de “accidentes” y llegué a agobiarme pensando que no iba a aprender nunca, pero gracias a la inestimable ayuda de mi hermana y otras amigas “gateras”, sus consejos, mi intuición y la del propio gato conseguimos salir del atolladero. Muchas madres vivimos con nuestros bebés situaciones parecidas y ante las dudas y las dificultades es valiosísimo contar con una “tribu” a la que poder consultar, con la que desahogarse y en la que encontrar apoyo.

Por otro lado, también he visto que al igual que con la maternidad, en este tema, y supongo que en muchos otros, cada maestrillo tiene su librillo. De la misma manera que a las madres nos llegan mensajes y consejos contradictorios a cerca del cuidado, la crianza y educación de nuestros hijos: “cógelo en brazos” vs “no lo cojas que se acostumbra”, “dale de comer a demanda” vs “dale de comer con horarios”, etc., respecto al gato también he recibido muchas directrices en ocasiones opuestas, sobre la cantidad y variedad de la comida, el tipo de recipiente para la misma, las zonas en las que puede o no gustarle al animal que lo toques, etc. Al final la conclusión es que cada gato al igual que cada niño es diferente y que la manera de acertar es probar y de nuevo seguir tu instinto, tratando de encontrar el equilibrio entre lo que el gato/niño pide y lo que creamos que es más adecuado para él.

No sé que tal lo estaremos haciendo, pero siento que el animal se siente muy a gusto en nuestro hogar y que toda la familia está muy feliz de contar con él entre nosotros, así que aprobar, aprobamos seguro.


1 comentario:

  1. jejejejejeje Doy fe de que ha sido un trabajo arduo, pero como con los niños, al final tiene su recompensa!!!

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