Tenemos dos lugares
preferidos, a los que hemos llevado de paseo a nuestros hijos muchas
veces a lo largo de los años.
Se trata de los Jardines del Campo del Moro en pleno centro de Madrid
y en las afueras el pueblo de Chinchón.
Son sitios que hemos frecuentado mucho cuando eran pequeños
y de los que atesoramos muchos recuerdos mentales y en forma de fotografía que he querido recopilar y compartir en el blog.
Son lugares que recomiendo a todo el mundo para pasar un agradable rato en familia.
LOS JARDINES DEL CAMPO DEL MORO
Se trata de jardines que
pertenecen al Palacio Real y que están abiertos al público de forma
gratuita, a los que se accede por la entrada que se encuentra en el
Paseo de Virgen del Puerto. Cerca hay numerosas paradas de autobús,
y la estación de metro y de cercanías de Príncipe Pío, por lo que
es un lugar muy bien comunicado.
Los jardines son
preciosos para visitarlos en cualquier época del año, pues cada
estación tiene su encanto. A mí particularmente cuando más me
gusta es en otoño, cuando el suelo está sembrado de hojas y pueden
recogerse castañas y piñas. En verano es un reducto de frescor en
pleno centro de Madrid y en primavera tiene el aliciente de ser la
época de celo de los numerosos pavos reales que campan por sus
anchas por los jardines, desplegando sus maravillosas colas para el cortejo.
¿Qué se puede hacer en el Campo del Moro?
Pues pasear por sus
múltiples caminos que cuentan con una gran variedad de árboles
diferentes y contemplar las vistas del Palacio Real y distintas fuentes ornamentales.
Los niños pueden corretear a sus anchas, jugar al
escondite y disfrutar del entorno natural.
Dar de comer a los
animales. Existe un pequeño estanque, con patos y ocas que hacen las
delicias de los más pequeños. También podemos ver otras especies
como urogallos y las grandes estrellas: los pavos reales con sus
magníficos plumajes. Una simple barra de pan duro del día anterior, nos garantiza un largo rato entretenido viendo comer a los animales.
Si vais a primera hora, los encontraréis con hambre y por tanto más
receptivos.
Cerca de allí está el
Centro Comercial de Príncipe Pío, lleno de tiendas y restaurantes
donde tomar un tentempié. También está Madrid Río, donde se puede
contemplar el Río Manzanares y sus múltiples puentes y jugar en
alguno de sus parques. Esta es una zona agradable y llena de
posibilidades para que los más pequeños lo pasen bien.
CHINCHÓN
Chinchón es un pueblecito con un encanto peculiar situado al sur de Madrid. Se llega por la A-3 tomando el desvío de la M-307, poco antes de llegar a Arganda. Se encuentra en plena cuenca del Tajo-Jarama. Por el camino podréis ver muchas cigüeñas y olivares. Si
vais desde Madrid la carretera es sinuosa en algunos tramos. Pasaréis
por localidades como Rivas Vaciamadrid y cerca de Campo Real, donde
podéis parar a comprar aceitunas y encurtidos muy baratos. No os
perdáis los pasteles de la pastelería que está en la plaza del
pueblo, ¡son de los mejores de Madrid!
Chinchón es una
localidad muy turística, con mucho éxito en especial entre los japoneses, que llegan incluso a venir ex profeso para casarse aquí y
fotografiarse en su mítica plaza. La plaza es la parte más
conocida, tiene su origen en la Edad Media. La rodean casas con sus típicas
balconadas de madera, 230 en total, desde las que los ganaderos vigilaban su ganado. Ha albergado desde corridas de toros a todos tipos de actos religiosos, políticos y militares.
Una de las cosas típicas, es que hay unos burritos en los que los niños pueden montar (previo pago) y dar unas vueltas a la plaza. Nosotros tenemos fotos de los chicos montando en sucesivos años, en las que se ve como van haciéndose poquito a poco más grandes. Hasta el punto de que el mayor ya no podrá subirse más, pues ¡ahora es más grande que los animales!
A pesar de que Chinchón es bastante pequeño, cuenta con un Parador de Turismo muy cerca de la plaza. Se trata de un antiguo convento agustino, de amplios ventanales, preciosas zonas comunes y un patio interior lleno de nísperos. En su restaurante te ofrecen ricos platos tradicionales como el cocido madrileño, la sopa de ajo o el cordero asado.
Chinchón está lleno de tiendas de
artesanía, sobre todo cerámica, y también panaderías y
pastelerías que venden dulces típicos y el famoso Anís de
Chinchón, así como puestos ambulantes de ajos y legumbres. En las afueras encontramos además las ruinas de un castillo, desde donde pueden hacerse unas bonitas fotos de todo el casco histórico.
¿Qué hacer en Chinchón?
Dar una vuelta por el
pueblo, disfrutando de su aspecto pintoresco y la tranquilidad de las
pequeñas calles poco transitadas. Tomar algo en el atrio del Parador
de Turismo, probar los productos típicos, montarse en los burritos,
visitar las ruinas del castillo, etc. Al lado del Castillo hay un
parque infantil con mesas de picnic donde se puede comer y los niños
pueden jugar un rato.
Os recomiendo pasar allí la noche en el Parador y así podréis ver la imagen emblemática de la plaza iluminada.
¿Conoces el Campo del
Moro?
¿Has visitado Chinchón?
¿Has visitado Chinchón?
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