lunes, 7 de marzo de 2016

EPIDURAL EN EL PARTO. LO QUE NECESITAS SABER.

¿Sabemos las mujeres realmente lo que es la epidural y como puede afectar a nuestro parto usarla?



La respuesta es no. Esto es así porque no se nos informa adecuadamente sobre este procedimiento ni antes ni durante el parto. En este post te hablaré de la epidural de manera sencilla y sincera para que puedas decidir de una manera consciente si quieres usarla o no, en el nacimiento de tu hijo.

Lo más importante es que sepas que la epidural no es inocua, es decir, puede tener efectos secundarios adversos, que van más allá de lo que suele poner en el papel informativo o de consentimiento que te dan en el hospital.

En caso de usar la epidural en el parto deberían informarnos de cuales son esas complicaciones que pueden producirse en el desarrollo del mismo. Sin embargo ni en las clases de preparación al parto ni en dicho papel suelen detallarse. No sé si esta omisión de información es deliberada o no. Tanto si se debe a un desconocimiento, como si se debe a una minusvaloración por parte del servicio de anestesiología de dichas complicaciones, esto es sin duda una falta grave que atenta contra el derecho a la información que tenemos las usuarias y que recoge la Ley de Autonomía del Paciente.

En este enlace se recoge un resumen de estas complicaciones, que pueden o no darse en tu parto. La epidural puede ser una bendición y servir de ayuda en algunos partos, o provocar que el parto se complique. Se trata de sopesar contras y pros y decidir en consecuencia.


La epidural es un método farmacológico analgésico, es decir de alivio del dolor. No es ni debería ser un método anestésico. Si está bien administrada debe quitarte la sensación, pero no la movilidad. El movimiento, que puedas levantarte y caminar durante la dilatación es fundamental para que el niño descienda por el canal del parto y se encaje correctamente en la pelvis. (apartado 3.1.4 de la EAP). Una dosis baja de la epidural te permitirá moverte, una dosis alta puede llegar a dormirte las piernas y no permitirte hacerlo, ni tampoco te dejará sentir los pujos en el expulsivo y ayudar a tu hijo a nacer.


Los estudios demuestran que el uso de la epidural está relacionado con una mayor incidencia de los partos instrumentales. Esta es una de las posibles consecuencias de su uso.

Por eso el Ministerio de Sanidad de España recomienda en su Estrategia para la Atención al Parto Normal, apartado 3.1.5., que antes que la epidural se ofrezcan a las mujeres otros métodos alternativos de alivio del dolor que tengan menos contraindicaciones.

Estos otros métodos son naturales, sencillos e incluso más baratos que la administración de la epidural. Permitir que la mujer esté durante todo el proceso con alguien de su confianza (sea quien sea), los masajes, una ducha o un baño caliente, el uso de pelotas de dilatación, etc. son acciones hacen el parto más llevadero y no tienen ningún efecto adverso.

En todos los centros hospitalarios que atienden partos deberían informarnos acerca de estas alternativas a la epidural y ponerlas a nuestra disposición. Si no lo hacen no están ofreciendo un servicio actualizado y de calidad.

Hace años el % de epidurales en los partos era considerado un indicador de calidad de las unidades de atención al parto de los hospitales. A más epidurales puestas, la administración recompensaba a los centros con una asignación mayor para esos servicios. Actualmente es al revés, se trata de incentivar que las mujeres no la necesiten mediante políticas de atención al parto más adecuadas

Si un parto es bien atendido, si la mujer es bien tratada y se siente segura, no tendrá miedo, se relajará y tendrá menos dolor.


Usar la epidural no nos convierte en una débiles quejicas, ni rechazarla en unas madres abnegadas y sufridoras. No hace bien a nadie que las madres nos juzguemos las unas a las otras. No permitas tampoco que te juzgue el personal sanitario. No es profesional por su parte hacer comentarios subjetivos acerca de ti y tus decisiones. Si esto ocurre no dejes de poner una reclamación quejándote de su actitud.


El uso de la epidural es un derecho no una obligación. No pueden imponerte su uso, ni tampoco negarte su administración. Tú debes poder elegir libremente usarla o no y también puedes cambiar de opinión durante el proceso. Los sanitarios deben proporcionarte una información veraz para que tu decidas. Si usan sus opiniones y experiencias personales, o su posición para influir en tu decisión, de nuevo están haciendo gala de falta de profesionalidad.

birth-Amanda Greavette




Existen los partos indoloros.



Se puede tratar de disminuir el dolor, si lo hay, de muchas maneras.



Es posible parir a pesar del dolor. Puede hacerse. Durante toda la historia de la humanidad ha sido así, tú también puedes conseguirlo.

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