miércoles, 17 de febrero de 2016

ADIOS COLECHO, ADIOS

Pueden estar tranquilos todos los que han pensado en algún momento que mi hijo pequeño iba a pasar de mi cama (que es la suya con más motivo, ya que ha dormido en ella desde que nació) a la de su novia. Porque ha decidido mudarse de habitación, y ahora con 7 años lleva ya 2 semanas durmiendo en una cama él solito, al lado de su hermano.


Ocurre. Tarde o temprano ocurre, que dejan de “colechar” con nosotros. Estamos ahora en pleno proceso de "separación nocturna" y es él quien ha querido cambiar de lecho.

Siempre ha sido muy tranquilo al dormir: no hacía ruidos, no roncaba ni hablaba en sueños, tampoco se movía demasiado, pero últimamente invadía mi espacio vital y yo dormía fatal. Creo que se ha dado cuenta de que íbamos a estar más cómodos cada uno por nuestro lado, así que ha decidido irse, al igual que fue él quien también decidió dejar la teta por propia iniciativa con 4 años y medio. Por tanto, el cambio ha ocurrido cuando estaba preparado para ello y en consecuencia ha resultado un proceso natural y tranquilo, nada traumático.

Me ha dicho que cuando soy muy cariñosa con él durante el día no necesita dormir conmigo por la noche... Para mí está claro que el colecho, al igual que la lactancia, no son sólo necesidades fisiológicas, no son solo sueño y alimento, son compañía, cariño y confianza. 


Ahora él se ve capaz de dormir solo. Es lo suficientemente mayor y “maduro” para saber que en casa está seguro mientras duerme aunque yo no esté pegadita a él. Sabe que le quiero, se lo demuestro por el día, así que no me “necesita” por la noche.

Las primeras noches que pasé sin él, me sentía rara, le echaba de menos. Incluso estaba celosa de que quisiera dormir con su hermano en lugar de conmigo. Pero reconozco que ahora duermo mejor, me despierto menos veces y me levanto más descansada. Los últimos días sin embargo hemos vuelto a dormir juntos. Tiene un flemón y he preferido tenerle cerca por si se encontraba mal o le daba fiebre. Él sabe, y así se lo recalco yo, que si le pasa algo debe avisarme y que si lo necesita puede dormir de nuevo conmigo puntualmente.

De esta experiencia del colecho me quedo con el recuerdo de tenerle dormido a mi lado, calentito, con los ojitos cerrados y esas pestaña enormes como cañas de pescar. Me quedo con la tranquilidad que me daba el sentirlo junto a mi, para taparle si tenía frío o tocarle la frente cuando estaba malo y comprobar si le había subido o no la fiebre. Me quedo con la sensación tan placentera de despertarle por la mañana y ofrecerle el pecho para desayunar antes de llevarle al cole. Me quedo también con la visión de la sábana y su almohada roja plagadas de sus "bubitas lácteas" (llegamos a contar más de 50!!!).

Ha sido un honor poder dormir contigo este tiempo. Te quiero mi niño.

6 comentarios:

  1. Aixx, que post tan bonito y triste a la vez. Es una etapa que se acaba y eso, siempre da algo de pena, pero es que pienso como tu, tanto el domir como la teta no es solo una acción, es mucho más.
    A mi siempre me dicen eso de: Y para cuando le quitas la teta? Mira que eso es vicio. Te utiliza de chupete. Y lo de domir, en serio con vosotros? Pero es que se va a volver muy dependiente, por eso tiene mamitis.
    Aixxx, que gente tan pesada.
    Saludos

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    1. Y todos esos comentarios no se basan en nada serio, son suposiciones sin fundamento. En fin... Nosotras a lo nuestro, pasando mucho de lo que digan. Un beso.

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  2. Pues mi despedida todavia no ha llegado. La mayor va a hacer 8 y no quiere ni oir hablar de dormir sola o con su hermano. De momento duermo entre los dos y creo que la cosa va para largo. A veces estoy contenta porque me encanta pero a veces pienso si no estare alargando demasiado la situacion. A parte de todas las criticas de mi entorno, pero no me arrepiento, volveria a hacer lo mismo. Enhorabuena por tu blog.

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    1. Si no te sientes incómoda y duermes bien no hay problema en que sigan durmiendo contigo. Cada niño tiene sus ritmos. Ya llegará el momento en que quieran irse. Gracias por comentar. Un beso.

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  3. Al igual que la lactancia es un momento triste que echarás de menos en algún momento. Pero es ley de vida, todo llega y todo se va. Así que si guardas un buen recuerdo de ello quédate con eso. Un beso y ánimo!

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  4. Me parece muy acertada tu decisión de dejar que sean ellos los que decidan dejar la lactancia y dejar de colechar, es mucho menos traumatico para ellos.
    espermatozoideconoceovulo.blogspot.com

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