lunes, 18 de mayo de 2015

EL MOMENTO BAÑO

Me gusta mucho hacer fotos, verlas y hacer chuminadas con ellas. Y eso que ni sé de fotografía, ni tengo una buena cámara, ni mucha idea de retoque fotográfico, que si supiera me pasaría el día foto arriba foto abajo. Antes de tener niños, viajaba mucho y me dedicaba a fotografiar paisajes y monumentos. Ahora, como toda madre que se precie, me dedico a fotografiar a mis vástagos en todo momento y ocasión. El baño es sin duda uno de estos momentos especiales.

Organizando mis carpetas de fotos empecé a encontrarme instantáneas de mis chicos en la bañera y me puse a recopilarlas. Es genial ver su evolución a lo largo de los años en un mismo escenario. Ver como eran de pequeñitos y como han crecido y cambiado. Es algo parecido a lo que ocurre con sus fotos de chulapos. No puedo evitar sentir nostalgía al recordar como eran hace unos pocos años. Al final no he podido resistirme y he hecho un collage con las mejores imágenes y lo he puesto en la pared del cuarto de baño.

Tengo muchos recuerdos asociados al “momento baño”. Echándo la vista atrás, recuerdo como los primeros meses a pesar de que a Ángel no le gustaba nada, le bañábamos todos los días religiosa y dicho sea de paso innecesariamente. Probablemente estaríamos haciendo algo mal que causaba ese rechazo al agua. Quizá elegíamos un mal momento para asearle en que estaba cansado y con sueño o tenía hambre. Con Jesús sin embargo, nos volvimos más flexibles, empezando porque nació en casa y no tuvimos prisa ninguna por darle su primer baño que postergamos varios días. Luego no le bañábamos todos los días y cuando lo hacíamos era junto a su hermano sujetándolo bien. Por eso conservo tantas fotos de ellos juntos en la bañera. Ahora prácticamente no caben en ella. A pesar de ello nuestro gato Poly insiste en intentar meterse con ellos en el agua. ¿Lo conseguirá?

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