Estoy sentada en una cafetería. A mi lado hay una madre con un bebé de pocos meses. Semi-tumbado. Le están dando una papilla con cuchara y está claro que él no quiere. Llora, le mete la cuchara y a continuación el chupete para que se calle y trague. A punto ha estado un par de veces de atragantarse. Al final estaba agotado de luchar y casi dormido. Beso en la frente y al carro. No creo ni que tuviera los 6 meses... Lo peor de todo: no era el primer hijo, por allí anda su hermana de dos o tres años.
¿Cómo dar la papilla a tu bebé? Es fácil, ASÍ NO:
Incido en este tema con unas simples y claras indicaciones:
- Si tu niño no ha cumplido los 6 meses no tienes que darle papillas todavía.
- Si tu niño no se sienta y mantiene sentado solito no tienes que darle papillas todavía.
- Si tu niño ya tiene 6 meses y se sienta solito pero aún así no disfruta comiendo, puede que no esté preparado para hacerlo, puedes esperar un poco más, basta con vigilar que con la leche tiene suficiente y sigue cogiendo peso o al menos no lo pierde.
- Si tu niño llora, retira la cara o escupe es porque no quiere comer, no le obligues.
- Si tu niño rechaza la comida puede ser por varios motivos:
* No tiene hambre o ya ha comido suficiente y no le cabe más. Solemos poner demasiada comida en sus platos. Lo que es incorrecto no es la actitud del niño si no la ración en sí.
* No le gusta el sabor de lo que le ofreces: a los adultos tampoco nos gustan todos los alimentos. Respeta sus gustos y ofrécele alternativas.
* No le gusta la textura de lo que le ofreces: a muchos niños no les gustan las papillas ni los purés, en definitiva las comidas trituradas. Puedes tratar de darle los alimentos en trocitos pequeños o aplastados, quizá así los tolere mejor. Las papillas no son obligatorias. - Si decides darle tú la comida con cuchara hazlo con él sentado, si le tumbas le estás obligando a tragar y no le dejas aprender a hacerlo por si mismo, existiendo el riesgo de atragantamiento. Lo de meterle el chupete a continuación ni lo comento...
- Una manera de hacerle atractiva la comida es dejar al niño elegir entre varias opciones y que él las manipule sólo con sus manitas llevándose a la boca lo que le apetezca. Puede parecer un proceso más lento y engorroso que enchufarle tú la cuchara, pero es sin duda más educativo para el niño, que aprende en el camino a usar sus deditos y experimentar sensaciones mediante el tacto de objetos de diferentes formas, tamaños y texturas.
Cuando alguién quiere expresar que no está dispuesto a admitir algo suele utilizar frases como: “por ahí no paso” o “con eso no trago”. La expresión “tragar con algo” implica someterse o no, consentir o no hacer algo que no nos convence.
Los niños deben comer la comida y disfrutar con ella no simplemente tragarla y más si es en contra de su deseo y/o necesidad. Nadie concibe la posibilidad de que a los adultos nos obligasen a comer, no entiendo pues que nos otorga la potestad para hacerle eso a los más pequeños. Entiendo menos aún que seamos los padres los que sometamos a nuestros propios hijos a ese suplicio, que los veamos pasándolo mal y aún así insistamos en ello.
Puedo entender la preocupación de los padres por la salud de sus hijos “malos comedores”, pero si son niños sanos sin ningún tipo de carencia no queda otra más que asumir que por el motivo que sea ese niño es “especialito con la comida” y ya está.
Obligarles a tragar puede derivar precisamente en aquello contra lo que queremos luchar: los niños terminarán asqueados y renegando aún más de los alimentos y el acto de ingerirlos. Más adelante pueden desarrollar enfermedades relacionadas con la comida como la bulimia o la anorexia. Psicológicamente también quedarán afectados pues estarán acostumbrados a que los obliguen a hacer cosas contra su voluntad y no tendrán capacidad para autoregularse pues no serán conscientes de sus necesidades pues nunca nadie las ha tenido en cuenta ni las ha respetado.
Me parece muy interesante y útil todo lo que dice Julio Basulto, dietista-nutricionista, autor de 'Se me hace bola' en estas entrevistas: 'Tenemos que respetar el apetito del niño' y "Alimentar a un niño tiene que ser tan natural y hermoso como darle un abrazo". Los títulos de las mismas ya lo dicen todo.
También me encanta el texto de Eva Hache ¡A comer! en el que nos anima a compartir la comida con los hijos y enseñarles a disfrutar con ella. Sólo hay que aplicar un poco de sentido común y tratar de no ponernos en su lugar ¿Te gustaría que te obligasen a comer?
También me encanta el texto de Eva Hache ¡A comer! en el que nos anima a compartir la comida con los hijos y enseñarles a disfrutar con ella. Sólo hay que aplicar un poco de sentido común y tratar de no ponernos en su lugar ¿Te gustaría que te obligasen a comer?
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